Bélgica, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos recibieron el agua equivalente a dos meses de lluvia en dos días, causando devastadoras inundaciones con más de cien de personas fallecidas y hay decenas de desaparecidos.
Las fuertes lluvias que han provocado inundaciones catastróficas en varios países de Europa occidental son sólo el último indicador de que todos los países deben hacer más para contener los desastres inducidos por el cambio climático, subrayó este viernes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Los datos preliminares apuntan a más de un centenar de muertes confirmadas en Alemania y Bélgica y aún hay decenas de personas desaparecidas.
Las fotografías de algunas de las peores oleadas de agua y deslizamientos de tierra muestran agujeros enormes donde había edificios todavía a mediados de la semana.
Las imágenes mostraban pueblos y aldeas enteras bajo el agua, autos encajados entre edificios derrumbados y casas enterradas bajo deslizamientos de tierra y escombros.
"Eventos climáticos como este (en Europa) ocurren de vez en cuando. Pero ahora, con el calentamiento general del clima y el aumento de las temperaturas, las masas de aire pueden contener cada vez más vapor de agua", explicó Thomas Endrulat, del Servicio Meteorológico de Alemania.
En contraste con las condiciones húmedas, algunas zonas de Escandinavia continúan alcanzando temperaturas abrasadoras, mientras que las columnas de humo de Siberia afectan la calidad del aire. El calor sin precedentes en el oeste de América del Norte también ha provocado incendios forestales catastróficos en las últimas semanas.
Estas olas de calor inusuales, estas inundaciones y otros eventos extremos que está viviendo el hemisferio norte muestran un patrón meteorológico muy poco habitual, según la Organización Meteorológica Mundial , que recuerda que se ha documentado que el cambio climático, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero, está conectado con estos fenómenos.
Por ejemplo, la ola de calor que batió récords en algunas zonas de Estados Unidos y Canadá a finales de junio habría sido prácticamente imposible sin la influencia del cambio climático. Según los datos de que dispone la OMM, el cambio climático hizo que esa ola de calor fuera al menos 150 veces más probable que en circunstancias normales, si la acción del hombre no hubiera alterado la atmósfera.
Es por esto que la OMM hizo eco del llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, a todos los países para esforzarse más en evitar una calamidad climática relacionada con el aumento de las emisiones de carbono y las temperaturas y insistió en pasar a la acción de cara a la conferencia climática COP26 que se celebrará en Glasgow, Escocia, en noviembre próximo.
Estamos en el comienzo de una emergencia climática y ecológica, y los eventos meteorológicos extremos como estos serán cada vez más frecuentes, por lo que las decisiones que se tomen en el corto plazo van a ser fundamentales para estar preparados y poder enfrentar estos eventos climáticos.
Fuente: Noticias ONU / BBC
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