Este viernes cumpliría 201 años la Loca Manso, filósofa, educadora, periodista y novelista argentina, para quien “el hombre hace la guerra a la naturaleza, y obstinado, niega a la mujer sus derechos y su inteligencia, y por eso no puede conformarse a perder su papel de tirano”.
Por A.S. de EL MIÉRCOLES DIGITAL
¿Por qué cuando se habla de filosofía, cuando se cita a pensadores, casi siempre son todos hombres? ¿Acaso no hay mujeres en la filosofía?
Cualquier persona que haya pasado por la secundaria puede nombrar sin esfuerzo varios filósofos. Pero ¿cuántas pueden nombrar cinco o diez mujeres filósofas?
No obstante, siempre hubo mujeres que filosofaron. Lo prueba un libro de fines del siglo 17, “Historia de las mujeres filósofas”, ¡de 1690! escrito por Gilles Ménage, un sacerdote que cuenta quiénes fueron y qué pensaban 65 mujeres a las que muchos diccionarios ignoran hasta hoy. Pensadoras a las que rescató, hace más de 300 años, del papel de hijas, esposas o amantes de filósofos notables, y las puso en el lugar que en verdad ocupan: protagonistas intelectuales en pie de igualdad con otros pensadores.
Es que durante mucho tiempo, “pensar” estaba en manos de los varones. Al igual que la mayor parte de las actividades: el poder, la economía, la religión, la justicia, el arte. El mundo del pasado, como lo sabe cualquiera a quien le guste la historia, es un mundo casi totalmente de hombres.
Umberto Eco escribió: “No es que no hayan existido mujeres que filosofaran. Es que los filósofos han preferido olvidarlas, tal vez después de haberse apropiado de sus ideas”.
Sin embargo, el siglo XX, que tuvo tantas cosas espantosas –guerras mundiales, bombas atómicas, genocidios– vio también una revolución sin sangre, tan extendida en el tiempo como incruenta: la revolución de los derechos de las mujeres, que según afirma la filósofa española Amelia Valcárcel “es la única revolución que no ha producido ningún muerto en el campo contrario”. Y esa revolución también se produjo en la filosofía. Hoy, al fin, hay una enorme cantidad de mujeres que son reconocidas como filósofas, y además empezamos a mirar hacia atrás para encontrar, también en el pensamiento de los filósofos, algunas de las razones de las injusticias y la desigualdad.
Todo lo anterior es una pequeña excusa para recordar que este viernes se cumplen 201 años del nacimiento de Juana Manso, filósofa, educadora, periodista, dramaturga, novelista, pionera de la educación de las mujeres y de la igualdad de las personas. Juana fue combatida y perseguida por esas ideas: ¡a quién se le ocurre querer eliminar la esclavitud, a quién se le ocurre darle igualdad a las mujeres! ¡A quién se le ocurre que los niños y niñas de todas las clases sociales reciban educación! Con razón le decían “la Loca Manso”…
Quiero terminar con un párrafo tomado de una nota periodística que publicó en 1853 (¡hace 167 años!) titulada: La emancipación moral de la mujer. Allí, Juana, la Loca Manso, dice lo siguiente:
“Llegará un día en que el código de los pueblos garantizará a la mujer los derechos de su libertad y de su inteligencia. La humanidad no puede ser retrógrada porque sus tendencias son el progreso y la perfectibilidad (…) la inteligencia de la mujer, cultivada, mejorará los destinos de la humanidad; sí; porque la misión de la mujer es seria y grandiosa. El hombre, en cambio, hace la guerra a la naturaleza, y obstinado, niega a la mujer sus derechos y su inteligencia, y no puede conformarse a perder su papel de tirano”.
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