El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
El objetivo de esta movida busca garantizar la gobernabilidad de un nuevo gobierno y supone una segunda vuelta.
Por ANA HERNÁNDEZ
Luego de que este viernes la Corte Suprema reconfirmara el inicio del juicio de "vialidad", la doctora CFK amaneció en forma metafórica y literal al gobierno de la alianza Cambiemos.
"El país necesita alguien como vos que suma, y no alguien como yo que divido" le dijo a Alberto Fernández el miércoles pasado cuando se encontraron bajo su pedido.
La sorpresa es una marca registrada de CFK; siempre defraudando al marketing político y dando más trabajo a las consultoras. Y en términos de ajedrez la jugada fue magistral.
Paralizó en una distracción a sus enemigos internos que son los "cabezones del PJ", machirulos también podría caberles el adjetivo; pero a su vez al grupo Clarín. Porque hay que animarse también a decir que Alberto Fernández es un conciliador no solo con el resto del PJ no K , sino con Clarín y hasta es simpático con la Embajada. Y ella en un acto de renunciamiento como lo ven los propios, hace mucho más de lo que se espera de ella.
Se corre y cede su lugar, a quien desde hace meses está en su círculo y hasta fue el mentor del libro "Sinceramente". Alberto siempre reconoció a Néstor como su jefe político, y en cambio estuvo en disonancia con Cristina, pero -no obstante- esta revinculación que hizo posible el contexto socio económico actual liderado por Mauricio Macri, encuentra a una mujer que al menos se muestra distinta.
Incluso derriba a sus detractores que argumentan su soberbia. Es un acto político que deja a todes suspirando sorprendides.
También hay que decir que no se puede esperar un cambio mágico si cambia el gobierno.
El giro de timón, si acontece, demorará años y solo se puede lograr con una gran mayoría y un gobierno legitimado por las urnas ampliamente. Además hay obligaciones ya firmadas con los organismos multilaterales y con el más duro que se llama Fondo Monetario Internacional y que, por lo que dijo Alberto Fernández, ya deslizó una frase tranquilizadora. Porque es así, esta vez nadie creerá como dijo Mirtha en su mesa a los ojos de Néstor que: "se vino el zurdaje".
Para nada esta fórmula es la expresión más remixada y adaptada a los tiempos que corren del peronismo. Es un auténtico contrato social. Al atardecer de este sábado 18 Alberto dijo:
"Ya lo hicimos en el 2003, yo sé de que se trata, no me asusta el FMI. Sé como son y cómo actúan e incluso sé lo que Argentina tiene que proponer...".
"Alberto siempre reconoció a Néstor como su jefe político, y en cambio estuvo en disonancia con Cristina; pero no obstante esta revinculación que hizo posible el contexto socio económico actual liderado por Mauricio Macri..."
Esto hace recordar a Néstor cuando dijo: "Los muertos no pagan" y pidió tres años de aire para que el país se recuperara y luego financiar la deuda.
Y si también hay que decirlo legítima e ilegítima la deuda se cerró y se honró. Esto es el peronismo, si querés ver la revolución visitá Cuba y lo que queda de ella. Porque en Argentina la sociedad y su idiosincrasia media clasista jamás permitiría un proceso liberador, sacrificado y complejo como lo hizo Cuba.
El licenciado Ricardo Rouvier de "Rouvier & Asociados" dijo en una entrevista en La Rueda Mágica que "estamos siendo incapaces de formar mayorías". Y destacó como vienen ganando en las provincias los oficialismos. Con respecto a esto no es casual los pronunciamientos inmediatos de los gobernadores actuales que se someterán a una reelección. El único que se mantuvo cauto en su enunciado por las redes fue Gustavo Bordet. El resto fueron a favor y solo Urtubey en contra porque competirá como pre candidato.
La doctora, como le dice Jorge Asís, fue muy inteligente en la jugada porque inmovilizó a Clarín e incluso paralizó al resto de los posibles candidatos que crecerían al calor del multimedios como Lavagna, Urtubey y Sergio Massa, quien probablemente se sume para competir en provincia de Buenos Aires con la formula Fernández- Fernández de Kirchner.
Está construyendo desde el movimiento, lo que dijo en su libro, un gran contrato social (como ya lo hizo Perón) donde participen todos los sectores. Acaba de renunciar a encabezar la fórmula como también lo hizo Evita. En aquel entonces "porque los milicos no la querían" como dijo ella misma. Era mujer, pobre y altanera.
La historia dirá si Cristina merece un lugar o no de bronce, pero no se discute que es la conductora que reunió a la oposición, tuvo un acto de renunciamiento y aun así habrá pasado por todos los cargos si gana: diputada, senadora, vice presidenta y presidenta en dos períodos consecutivos.
Se la puede odiar o amar pero nunca serle indiferente. Es una mujer la que convoca , ordena y coordina el aglutinamiento de la oposición hoy en nuestro país. Le pese a quien le pese, y le duela a quien le duela.
En unos meses veremos si la dama que volteó termina en jaque mate.
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