El 22 de junio de 1814 se produjo un hecho generador de historia grande de Entre Ríos, y pese a los intentos por difundirlo, sigue ignorado.
Por JULIO MAJUL
El político, historiador, maestro y escritor montevideano Gonzalo Abella considera que la historia oficial uruguaya soslaya deliberadamente considerar a la batalla de "El Espinillo" porque es el primer antecedente que demuestra la calidad de compatriotas de entrerrianos y orientales.
La historia oficial argentina hace lo mismo, por otras razones, tan bajas como las que denuncia Abella, sin dudas. Pero ello no importa tanto como que la historia que aprendemos los entrerrianos nos oculta este hecho, antecedente inmediato de la Liga Federal artiguista que se concretaría poco después, y que en rigor constituye la primera gran victoria del federalismo sobre los salvajes unitarios residentes en la Capital contrabandista y mercantil, Buenos Aires.
QUÉ FUE LA BATALLA DE "EL ESPINILLO"
Los turbios manejos usuales en Buenos Aires habían hecho que en enero de 1814 el Triunvirato ejecutivo fuera reemplazado por el Unicato de Gervasio Antonio Posadas, quien apenas asumido, el 4 de febrero, mandó apresar y fusilar a José Artigas, poniendo precio a su cabeza (a la de Artigas. ¿Quién pagaría por la de Posadas?).
Así, el barón de Holmberg fue puesto a la cabeza de un ejército profesional, con el encargo expresado. Así era la “civilización” porteña: ordenaba matar a alguien por no aceptar sus ideas.
Llegó el ejército unitario a la zona paranaense del arroyo "El Espinillo"; allí, a cinco leguas de la ciudad de Paraná, como dice Abella, se le enfrentó un grupo de federales entrerrianos y orientales, trenzándose en breve batalla en la que el barón fue derrotado por un grupo de gauchos, indígenas y negros, guiados por un artiguista oriental y un entrerriano.
Concluida la batalla, los “salvajes” federales liberaron sin tocar un pelo a los vencidos.
Cada uno sabrá discernir quiénes eran en realidad los salvajes y quiénes no.
CONSECUENCIAS DE "EL ESPINILLO"
Esta batalla fue la primera en la que las fuerzas federales vencieron a las unitarias, en toda la historia nacional.
Pese a ello (¿o por ello?) es metódicamente ignorada por la historia oficial argentina y uruguaya.
Es imperdonable que también los entrerrianos la ignoremos.
A raíz de "El Espinillo" tomaron fuerza quienes poco después constituirían la Liga Federal artiguista: Entre Ríos, Corrientes, Misiones, la Banda Oriental, Santa Fe y Córdoba.
Con esa fuerza, Artigas pudo crear la bandera con la franja roja (por la sangre derramada) y decretar la reforma agraria del 10 de septiembre de 1815. La bandera la tenemos, la reforma agraria no.
UN MONOLITO CUBIERTO DE PASTOS
Para recordar a "El Espinillo" sólo hay en el lugar un monolito que emplazaron miembros del Centro de estudios Junta Abya yala por los Pueblos Libres; que cada tanto es limpiado por los mismos tozudos miembros de la JAPL, del avance de las malezas.
Los gobiernos se han desentendido de la historia grande entrerriana, olvidando al gauchaje que la construyó.
Quizá porque ese pasado glorioso interpela a las miserias de hoy.
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