Terminaron de declarar los testigos de la Fiscalía y de la Querella. Los profesionales de la salud que brindaron testimonio fueron interrogados de manera incisiva por parte de los abogados defensores, quienes de alguna manera intentaron demostrar -como estrategia- algún tipo de confabulación de parte de la principal víctima. Se dio una situación que bordea lo insólito: dos policías que estaban citados para declarar a la tarde estuvieron trabajando en el Recinto durante la mañana por lo que fueron recusados. El miércoles 13 de febrero serán los alegatos. (Ver nota).
Por JORGE RUBÉN DÍAZ de EL MIÉRCOLES DIGITAL
Colaboración: M.B y M.R.
Fueron nueve los testigos habilitados para declarar este jueves, en la cuarta jornada del juicio oral y público a nueve policías y un médico policial, imputados por la golpiza a Jorge López ocurrida en el domicilio de su hermano y en la Jefatura Departamental Uruguay el 25 de mayo de 2015. (Ver nota).
El primero en testificar fue el cabo 1º Federico Agrelo a través de videoconferencia desde Río Negro. Él era chofer del móvil que usaba el jefe de Calle, Celestino Borges. Contó que al llegar al lugar de los hechos en el barrio Bajada Grande se encontraron “con piedras e insultos”.
Y prosiguió: “Veo que dos o tres funcionarios traen a un detenido, y escuché una detonación”. Cuando le preguntaron quién hizo el disparo indicó: “Lo hizo (Juan José) Asín, que estaba atrás mío. Lo hizo instintivamente cuando le pegaron”, justificó, y reiteró que volaban piedras e insultos. “Vi mucha gente en las veredas”, contó.
Señaló que lo vio a Asín “con un golpe en la cabeza”. “Nos dijo que no estaba bien. Agarré su escopeta y lo llevaron a un móvil que estaba más lejos, donde quedó sentado. Estaba mareado. Nosotros nos fuimos hasta la camioneta que estaba rota, no sé si de los piedrazos o de las femeninas a las que estaban intentando reducir”, indicó, en referencia a las menores que tuvieron problemas con los efectivos, y que habría sido el motivo de la presencia policial en las primeras horas de esa mañana.
COINCIDEN LOS PROFESIONALES DE LA SALUD
Declararon los diferentes médicos y licenciados en Psicología que atendieron y atienden hasta la actualidad, tanto a Jorge López como a las otras víctimas. Lo hicieron: María Graciela Sañudo, psicóloga del Hospital Urquiza; el médico psiquiatra Guillermo Nicolás Gianello, también del hospital; José Luis Cabelluzzi, psiquiatra que trabaja en el Poder Judicial; los psicólogos Rafael Chappuis y Eduardo Dionisio Gándola (ambos también de la Justicia); y Adrián Siemens, médico forense de Tribunales.
Sañudo: “Mi rol psicológico no es corroborar lo que trae el paciente”
A excepción de Siemens, el resto de los profesionales fueron indagados por los comportamientos psiquiátricos y psicológicos de las víctimas, en especial de Jorge López, de quien afirmaron “encontrar un relato estructuralmente adecuado”. Incluso, Gándola subrayó que esos relatos que llevan “el acompañamiento de una carga afectiva son una prueba de verosimilitud”.
Hubo coincidencia generalizada sobre los efectos “postraumáticos” que sufren, entre ellos enumeraron: insomio, irritabilidad, cambios de hábito que lo afectan a ellos y a sus entornos inmediatos, temores repentinos y crónicos, depresión.
Chappuis que atendió a los hermanos López como a Camila Villalba a los pocos días de los hechos, afirmó que un trauma “puede demorar seis meses para recomponerse, pero de acuerdo a la personalidad puede llevar años. De Villalba incluso se agrava por su propia experiencia (N de la R: de ver cómo entraron los policías de manera brusca al hogar) como lo que sufre por lo que transmite su pequeño hijo”.
A diferencia de sus pares que los observaron hace bastante tiempo, la psicóloga Sañudo atiende a Jorge López de manera conjunta con Gianello desde el 2015 hasta hoy en el Hospital Urquiza. Son quienes más lo conocen. Dijo en varias ocasiones, pese a la insistencia de los abogados defensores, que ella no trabaja “sobre la comprobación de los hechos”. “Mi rol psicológico no es corroborar lo que trae el paciente”, dijo, y a quien definió como alguien que no es psicótico, ni perverso ni manipulador. “Tengo elementos psíquicos para constatarlo”, advirtió. Luego se explayó sobre el tratamiento con el cual intenta ayudarlo “a recuperar su vida”, aunque afirmó que “nadie vuelve a ser el mismo después de estos hechos, quedan marcas, su dignidad se vio afectada y denigrada. Hacemos entrevistas semanales, habíamos tomado más distancia, pero cuando se suspendió el juicio anterior se reagudizó la sintomatología. “Para su psiquis es importante que este juicio tenga una resolución”, explicó, y adelantó: “Trabajaremos sobre los efectos, cualquiera sea el resultado”.
Los abogados defensores insistieron en obtener información a través de ella -a pesar de la objeción de la Fiscalía y Querella- de la relación de Jorge López con su hijo varón (que está privado de su libertad), a lo que ella remarcó: “Trabajé mucho con su actual esposa e hija, que él considera su núcleo más cercano”.
A su turno, Gianello contó que el paciente “alterna períodos de inestabilidad y estabilidad”. “No observé en él una personalidad paranoide ni antisocial, está centrado”, agregó.
En tanto, Siemens, además de observar la situación de los ojos de López producto del gas pimienta (ver nota), explicó los diversos informes médicos que elaboró en esos días, al constatar las lesiones de las víctimas y funcionarios policiales. También opinó sobre los informes del doctor Jorge Valdez, uno de los imputados, a los que reclamó que pudieron ser “más específicos”. Sobre el caso particular de Enzo Sánchez dijo que no constató lesiones traumáticas ni que le haya manifestado algún dolor. Ante una consulta puntual, explicó que “hasta 24 horas después de un golpe pueden quedar algún hematoma, como también pueden que no”.
LA SITUACIÓN DE VILLALBA
Camila Villalba es nuera de Oscar Aníbal López y estaba citada a declarar en este juicio. Fue observada en el hospital, este miércoles, por el psiquiatra Gianello. El profesional, en su declaración, indicó que ese día ella “no estaba en condiciones de venir”, y detalló que tenía “angustia, pánico, palpitaciones”, por lo que fue medicada. El año pasado declaró como testigo en el juicio fallido, donde revivió su experiencia sin poder contener el llanto casi en ningún momento. Este viernes será observada por el médico de turno en Tribunales para constatar su estado y será la opinión del profesional médico el que decidirá si declara o no.
LOS TESTIGOS DE LAS DEFENSAS Y DOS DESISTIDOS POR PRESENCIAR EL DEBATE ANTES DE DECLARAR
Este jueves empezaron a declarar los testigos de las defensas. Entre ellos estaban los policías Pascual Ceferino Vargas y Guillermo Gómez. Insólitamente, en la mañana del juicio estuvieron abocados a la custodia del recinto, en su interior, por lo que presenciaron los debates cuando el reglamento que establece el Código Procesal Penal es claro, y no permite que un testigo esté en el lugar de los debates antes de que declare. Por lo tanto fueron desistidos.
Los únicos que pudieron testificar fueron Daniel Esteban Almeyda y Jesús Miguel Asín. Almeyda es radio-operador de la Policía. Contó que recibió el llamado de una señora ese 25 de Mayo alertando “que un masculino quería llevar a una femenina a un baldío”, y luego que el suboficial Ortmann “les pidió ayuda de manera desesperada” desde el lugar de los hechos.
El que cerró los debates de la jornada fue Asín, también policía, y hermano de Juan Asín, imputado en la causa. Su relato fue cronológico ese 25 de Mayo: “Estaba en el Comando Radioeléctrico con Juan Asín cuando nos informan que debíamos trasladar a un detenido a Tribunales. Yo me bajó con el detenido y mientras espero que venga la Guardia a recibirlos pasó casi una hora, cuando bajo el móvil con Juan Asín ya no estaba. Me fui a Jefatura y a la hora empiezan a llegar móviles. En uno de ellos veo a mi hermano que baja ‘cortado’. Me fui adonde estaba él y lo llevo para que le hagan unas curaciones”. Y después amplió: “Dos días después el Jefe de la Departamental nos informa que quedamos detenidos. Estuvimos un mes ahí adentro, al día y medio la herida de mi hermano supura y como demoraban para darnos el permiso para ir al Hospital decido quitarle los puntos con un alicate”.
Asín recordó que le había dicho a la fiscal Ríos que no había estado en el lugar de los hechos pero, sin embargo, estuvo desde mayo a septiembre de ese año con prisión domiciliaria, por lo que estuvo “pasivo” durante esos meses y que recién en octubre de 2017 fue sobreseído de esta causa donde estaba imputado”.
click en las imágenes para ampliar
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. |