La Cooperativa Agrícola Lucienville Limitada cumplió 120 años de vida durante el mes de agosto. Instalada en Basavilbaso (departamento Uruguay) es la Cooperativa agrícola más antigua de Sudamérica.
Su actual gerente es Flavio De Zan, quien en diálogo con El Portal de las Cooperativas relató cómo atraviesan estos tiempos de Covid-19.
“Desde que arrancó la cuarentena hasta hace más o menos un mes teníamos licenciado personal porque cumplía con ciertos factores de riesgo, pero se les siguió pagando el sueldo y cubriendo cargas sociales. No tuvimos mayores problemas porque estamos incluidos como esencial desde el principio. Aunque desde hace un mes empezaron a aparecer muchos casos en la zona”, alertó. Al cierre de la nota no tenían personal contagiado en la empresa, pero sí en aislamiento por posibles contactos estrechos.
Por eso enfatizó que “seguimos cumpliendo estrictamente con los protocolos”.
Solventes
“En la cuestión económica nuestro sector siguió evolucionando de manera casi normal, como Cooperativa estamos muy sólidos económica y financieramente, seguimos invirtiendo mucha plata en infraestructura para mejorar los servicios”, dijo.
Y luego explicó que: “Las materias primas han tenido en los últimos días un salto en dólares que nos ayudará, ahora que arrancó la trilla de trigo mejor”.
Una de las funciones que presta Lucienville para el sector productivo de la zona es el acopio y acondicionamiento de granos, así como la venta de insumos que necesitan para su labor cotidiana, desde fitosanitarios hasta fertilizantes sólidos y líquidos, “eso se lo ponemos en el campo si alguno lo requiere, con el gasoil estamos en un precio recontra competitivo”, indicó.
“Tenemos clasificación de semillas contamos con una agencia de seguros, ‘La Segunda’; tenemos una ferretería que es única en la zona, está orientada hacia el campo y el agro; un departamento comercial que se ocupa de brindarles soluciones a medida de cada productor sobre todo lo que tiene que ver con venta a futuro y coberturas”, enumeró.
Sobre el acopio De Zan contó que: “Hay un volumen en millones de toneladas que fluctúa todos los años, y la capacidad de recepción en plena cosecha alcanza alrededor de la cuarta parte de esa cosecha fina o gruesa, entonces entra a tallar el silo-bolsa que es un almacenamiento en el campo, provisorio, o el almacenamiento fijo de plantas de cooperativas o de privados. Lo que hacemos es eso, brindar el servicio de almacenamiento para diferir la entrega y poder alimentar el puerto todo el año”.
Consultado sobre el valor de las materias primas y sus expectativas razonó: “Hoy sabemos que está muy firme la demanda por una situación de recuperación de China tras la pandemia, y por otro lado entra a jugar dentro ‘del precio climático’, que es lo que está tirando hacia arriba el valor de las commodities, lo mismo que el triunfo de los demócratas en Estados Unidos, pasa lo mismo con las bolsas de valores. No sucede lo mismo con el petróleo porque Joe Biden (presidente electo de Estados Unidos) es un opositor a la tecnología del fracking como lo que se ocupa en Vaca Muerta y de la industria petrolera en general, y es más amigo de las energías renovables”, concluyó.
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