La Junta de los Pueblos Libres se manifestó a favor de la lucha por la programación propia de las radios de frecuencia modulada del Estado, convertidas esta semana en repetidoras de programas de Buenos Aires.
El Centro de Estudios Junta Abya yala por los Pueblos Libres informó a El Miércoles Digital que envió ayer una carta a los periodistas entrerrianos para expresarles su adhesión a la lucha por la programación propia de las radios de frecuencia modulada del Estado, convertidas esta semana en repetidoras de programas de Buenos Aires.
El texto repudia “el pretendido monopolio de la voz desde la metrópolis”, alude a temas complejos del periodismo y no se limita a las responsabilidades del Estado.
“Estamos a favor de la participación ciudadana en los medios y en contra de las ventajas que se arrogan los gobiernos de turno… Pedimos que se preserven los puestos de trabajo en medios del Estado y privados”, dice la misiva firmada por estudiosos del litoral, entre ellos una decena de periodistas, y dirigida al Sindicato Entrerriano de Trabajadores de Prensa y Comunicación –Setpyc-.
La Junta añade su oposición a la decisión de medios poderosos del país de prescindir de corresponsales en nuestra provincia. “Abogamos por la presencia de corresponsales en las regiones en medios de alcance nacional. Si esas empresas reciben dineros del Estado nacional por cualquier vía exigimos esa presencia. Deploramos la actitud de los medios destinatarios de sumas millonarias del Estado que no dan empleo y voz a las regiones”, se lee.
Los firmantes explican que la producción de programas en Buenos Aires no es federal aunque colaboren profesionales desde distintas regiones. Luego se extienden en torno de los males de una concepción que consideran “unitaria y anticonstitucional”.
Después señalan que las organizaciones sociales “están en deuda con la comunicación social porque en ellas impera la fragmentación y no se ponen de acuerdo en sostener medios independientes”.
En un fragmento sostienen que los medios masivos del Estado “deben respetar las idiosincrasias regionales, atender a los trabajadores en cada ciudad, en cada provincia, y obrar con austeridad y transparencia en homenaje a los tremendos esfuerzos de los obreros y demás sectores populares para sostener un presupuesto”.
Respecto del rol de los trabajadores, dice la carta: “debemos asumir el compromiso de honrar esos medios con altura, es decir, curándonos de la banalidad y el predominio de la farándula o el entretenimiento que se torna estupidizante cuando no se incorpora a una programación equilibrada”.
En defensa de la programación regional, expresa: “no hay modo de sostener un camino hacia la necesaria ‘soberanía particular de los pueblos’ que defendió José Artigas si seguimos pasando la bella multiplicidad de nuestras culturas por el colador de la metrópolis porteña que busca uniformarnos a su medida, como clara expresión de un colonialismo interno inaceptable”.
El crítico documento discierne actitudes de distintas gestiones de los medios públicos, y agrega que la propaganda “jamás debe orientar los contenidos”.
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. |