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Memenem

Un repaso por la vida del ex Presidente con su permanente contacto con la farándula del país que ayudaron a justificar y lavar la  imagen ante las barbaridades de sus decisiones políticas y económicas.

 

Por MARIO BOTTARLINI de EL MIÉRCOLES DIGITAL

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“Menem era un Presidente muy completo: jugaba al golf, al básquet, manejaba una Ferrari… andaba un poco flojo para gobernar, nomás” decía en la década del noventa el también noventoso humorista Jorge Corona, cuando aquel Presidente patilludo y de poncho con aspecto de caudillo ya se había sacado una foto con los Rolling Stones y se había hecho un implante capilar que asemejaba un gato y que terminó evolucionando en el actual Gaturro del humorista Nik. Pero hablemos de a un personaje nefasto a la vez.

¿Ya se puede decir Menem sin peligro o hay que seguir agarrándose el izquierdo? Y en plan de preguntas… ¿en qué momento Menem se convirtió en un personaje de la cultura pop que generó primero chistes y tras su fallecimiento una cantidad de memes que uno detrás del otro llegarían hasta la estratósfera?

Pareciera que es más fácil recordar a ese ex presidente que en medio de un acto se da cuenta entre risas que se equivocó de discurso, o que en un inglés de mierda se refiere a Tom Sawyer y Huckleberry Finn con toda la pinta de no tener ni idea de quiénes está hablando. Mucho le debemos a los programas televisivos de archivo, desde el PNP de Raúl Portal hasta los más actuales que siguen abrevando de las mismas fuentes ripeadas de viejos VHS.

Aquel Menem era divertido, era ocurrente, era todo un personaje. Ejemplos hay muchos, pero por una cuestión de caracteres tomemos apenas un par. Menem era el hombre pícaro a quien Bernardo Neustadt le piropea su esposa dando lugar a este diálogo que se pudo ver en televisión abierta y en vivo: ¿Dónde conoció a Zulema, Presidente? -La conocí en Siria, en Damasco. -La conoció en Damasco y se la comió ahí. -Y sí, después, respondería el Presidente entre risas.

Menem también era el hombre seductor a quien Susana Giménez le pregunta en su living si no le molesta tener esa imagen de hombre poderoso y mujeriego, a lo que éste responde que “peor sería si me fuese para el otro lado” (sic) originando una carcajada general. Y todo eso sólo en 1990.

Pero Menem también era –o sería- el mismo hombre que tras su fallecimiento obtendría el repudio y la no adhesión al duelo nacional de la Municipalidad de Río Tercero. Marcos Ferrer, intendente de la localidad cordobesa, ya el 3 de noviembre de 2020 -25 aniversario de las explosiones de la Fábrica Militar- había firmado el Decreto 638/2020 declarándolo persona no grata.

Menem también era el mismo hombre a quien la DAIA, representación de la comunidad judía argentina, expresó tras su muerte que durante su presidencia se produjeron los dos atentados terroristas más graves de la historia argentina.

Y de golpe ahora Menem ya no nos resulta tan gracioso. Por supuesto que seguiremos compartiendo memes de una sonriente Mirtha Legrand acercándose a obtener el tesoro de Los Peces del Infierno, pero como leí por ahí, Menem no fue un meme, Menem ocurrió. En definitiva, nos defraude o no, está claro que a personajes como estos no hay que seguirlos más.

FOTO DE PORTADA: TN

 

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