Gualeguaychú tiene un valor geopolítico estratégico e inamovible porque es territorial: su ubicación en el corazón del Mercosur. Como todo medio para un fin, de su utilización dependerá los horizontes elogiosos o no de su realidad.
Por NAHUEL MACIEL de la Redacción de EL ARGENTINO
La Autovía Gervasio Artigas (Ruta Nacional N° 14) es una columna vertebral que la recorre de Sur a Norte; pero además tiene conexiones con Buenos Aires; pasos internacionales con la República Oriental del Uruguay y una vinculación de nexos de rápido acceso con el enlace vial Victoria-Rosario.
Estos perfiles que bien pueden describirse para reforzar su destino de grandeza, también implican exposiciones y vulnerabilidades.
El mapa del delito en Gualeguaychú tiene y debe comenzar por la Ruta Nacional 14: por allí transita el narcotráfico, la trata y los grandes delitos que por sí solos hasta pueden financiar cualquier campaña electoral.
Valga este contexto para darse cuenta del oportuno secuestro que se registró ayer, cuando personal de Gendarmería Nacional, orientados por el Juzgado Federal de Primera Instancia de la jurisdicción, procedió al secuestro de caso 124 kilos de marihuana y dos kilos cocaína que eran transportados por un camión.
Se trata de un secuestro histórico para la jurisdicción y con muy escasos antecedentes por su volumen y su “modus operandi”.
En la madrugada del martes, efectivos del Escuadrón 56 Gualeguaychú de Gendarmería Nacional que realizaban un operativo vial de rutina en la intersección de la Autovía Gervasio Artigas (Ruta Nacional N° 14) y la Ruta Provincial N° 20, detuvieron la marcha de un camión que transportaba en la modalidad de remolque de auxilio a otro camión.
Consultado al conductor del rodado, manifestó que provenía de localidad Garupá (Misiones) con destino a la localidad Pilar (Buenos Aires) y que había sufrido un desperfecto mecánico a la altura de Colón.
La explicación no fue común para los avezados gendarmes, quienes procedieron a una inspección ocular un poco más precisa. Al realizar esa inspección visual, observaron sin demasiados esfuerzos pese a la nocturnidad de la hora, que había algunas anomalías en la caja del camión: el piso de madera era nuevo al juzgar por el brillo de su material, además que el espesor de sus laterales –con pintura reciente- también era llamativo.
En ese contexto, se decidió realizar un registro más minucioso, pero siempre dentro de los protocolos de inspección. Esta vez se contó para esa revisación con el olfato de un can especializado, quien reaccionó ante la presencia de estupefacientes, marcándole a su guía que había algo fuera de lo normal.
El fiscal Federal Pedro Rebolloso indicó –vía telefónica- a EL ARGENTINO, que en horas de la madrugada de ayer el celular de guardia lo sobresaltó por la inusitada hora; y así se anotició de lo que estaba aconteciendo. De inmediato se dio intervención –como es de rigor- al Juzgado Federal, a través de la Secretaría en lo Criminal y Correccional, quien dispuso la detención del conductor y orientó el secuestro de los elementos de interés para la causa.
Si bien el expediente se desarrolla en un estricto secreto de sumario, fuentes vinculada a la investigación confirmaron que se logró secuestrar lo siguiente:
* 237 envoltorios conteniendo marihuana (Cannabis sativa), con un peso total de 124 kilos con 989 gramos, cuyo avalúo comercial fue calculado en poco más de 16 millones de pesos. A razón de 128 mil pesos el kilo de marihuana; 128 pesos el gramo para un cigarrillo “sin cortar” o “estirar” el producto. Caso contrario, su precio en el mercado ilegal sería mucho mayor a los 16 millones de pesos.
* Se secuestraron dos paquetes rectangulares y compactos de clorhidrato de cocaína, con un peso total de dos kilos con 153 gramos por un avalúo estimado en 1,6 millones de pesos. Lo que equivale a 743 pesos el gramo de cocaína o “la línea” como se la denomina en el mercado ilegal.
* Obviamente se secuestró el camión marca Mercedes Benz, con el chasis con cabina, tasado de manera estimativa en 1,5 millones de pesos.
* Un teléfono celular.
El fiscal Rebollo adelantó que hoy el juez Federal Hernán Viri indagará al único detenido en este procedimiento, en principio imputado por el delito de transportar drogas. El conductor del camión de auxilio por el momento quedó en libertad, aunque sujeto a la evolución de la causa.
De acuerdo a la Ley N° 23.737 de tenencia y tráfico de estupefacientes, en su Artículo 5º se indica que “será reprimido con reclusión o prisión de cuatro a quince años a quien “entregue, suministre, aplique o facilite a otros estupefacientes a título oneroso”.
Pero, en caso se encontrar el juez algún agravante, la mínima se eleva a seis años y la máxima a veinte años.
El consumo en la ciudad
En la edición del 29 de junio del año pasado de EL ARGENTINO se publicó un artículo en el que se dio cuenta que el gendarme Leandro Luis Tajes, quien dirigió una investigación contra cuatro personas de Gualeguaychú por venta de droga, declaró en 2018 frente al Tribunal Oral Federal de Paraná (integrado por los jueces Noemí Berros, Roberto López Arango y Lilia Carnero), que “en Gualeguaychú debe haber unas 20 mil personas que consumen cocaína” y aclaró que ese número era de 2016.
Se invita al lector a imaginar un número sensiblemente menor al que el gendarme Tajes calculó. En vez de 20 mil adictos, se calculará por muchos menos de la mitad: seis mil adictos y para calcular su dosis mensual, cada uno de ellos se lo encuadrará en un adicto incipiente o primerizo a moderado: esto es, cinco gramos de cocaína por semana.
Cinco gramos multiplicado por seis mil adictos, es igual a 30 mil gramos, es decir, 30 kilos por semana.
El gramo de cocaína cuesta en la actualidad (se calcula un precio muy conservador) 700 pesos.
Hay que seguir el razonamiento básico: 700 pesos por 30 mil gramos por semana es igual a 21 millones de pesos.
Es decir, solo Gualeguaychú (suponiendo que Tajes haya exagerado) mueve por semana un mercado de 21 millones de pesos de venta solamente de cocaína, para abastecer con sus 30 kilos únicamente a seis mil adictos que están en su etapa inicial o son primerizos. Y hay que tener en cuenta que este cálculo es solo y exclusivamente para cocaína, sin sumar otros estupefacientes como marihuana o droga sintética, por ejemplo.
Hay que volver a leer: por semana ingresan como mínimo 30 kilos de cocaína, cuyo valor de mercado es de aproximadamente 21 millones de pesos y abastece el consumo de seis mil adictos. Y esta aproximación es solo de cocaína, no contempla otras sustancias ilícitas como marihuana, cuyo consumo en la ciudad se calcula es mucho, pero mucho más elevado.
¿Cuántos golpes al narcotráfico se han dado en los últimos cinco años en la ciudad que permita hablar de un daño económico significativo para estas bandas narco criminales? En términos significativos uno o dos, pero no mucho más. Hay que tener presente que son como mínimo 30 kilos de cocaína que ingresan por semana, en cada una de las 52 semanas del año, sin cesar.
El secuestro de ayer fue considerado “histórico”, pero aun así está muy lejos de asestarle un duro golpe al narcotráfico, apenas un cosquilleo.
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