Desde la seccional departamental del principal gremio docente solicitan que la Provincia suspenda estos dos días: jueves 6 y viernes 7, debido a la ola de calor que azota a la región. No sólo apuntan al dictado de clases en las aulas, sino también a los traslados de alumnos como docentes. Quieren preservar la salud.
El texto enviado desde la seccionaldice lo siguiente:
Comunicado sobre la presencialidad escolar ante la ola de calor
No escapa a nadie la situación por la cual atravesamos en las últimas semanas, que se vio aplacada ante la lluvias de días anteriores, pero que desde este martes 4 de marzo azota sobre nuestra provincia, con diferentes características pero de igual intensidad en toda su geografía.
A esto se suma Circulares escritas desde una oficina del CGE, detrás de un escritorio con aire acondicionado y olvidados de lo que se vive en las escuelas públicas de nuestra provincia.
En el gobierno anterior lo dijimos y hoy, 2025, reiteramos: insistir con los 190 días de clases, sin pensar en sus actores fundamentales: estudiantes y docentes, ante esta situación donde se pone en riesgo la salud no tiene ningún fundamento, sólo sumar cantidad de días en contra de la calidad que tanto se pregona.
Desde Agmer seccional Uruguay instamos al CGE y a la Dirección Departamental de Escuelas Uruguay a tomar las medidas necesarias, más allá de la Circular 5, dando cumplimiento a lo establecido por el propio CGE en la RES 4240/25 (calendario escolar), en el punto 3.3 donde establece que es la DDE quien puede disponer la suspensión de las actividades cuando afecte a Establecimientos del Departamento.
Reiteramos la solicitud clara de suspensión de actividades en establecimientos ant la alta de garantías para eldesarrollo de la actividad áulica, por la ola de calor prevista para para los días 6 y 7 de marzo, donde el propio SMN advierte alertas amaraillas y naranjas.
Si bien hay escuelas que con el accionar de las comunas, cooperadoras escolares y/o donaciones se fueron equipando para esta situación, lo que resulta preocupante no sólo es la permanencia, sino el traslado hasta las mismas. Traslados de estudiantes esperando colectivos al rayo del sol, en las rutas, a pie, en bicicleta a las 15 dado que la Circular 5 establece la reducción horaria; traslado de docentes muchas veces a dedo, en caminos rurales del departamento, con escasa o nula frecuencia de transporte interurbano de pasajeros, como desde esa misma DDE se reconoció el año pasado al recorrer escuelas del interior del departamento Uruguay.
Tenemos la ventaja de estar en un momento de la historia donde muchas cosas son previsibles, esta es una de ellas, por qué no hacer caso a las recomendaciones de expertos, por qué esperar a que sucedan diferentes situaciones en las escuelas para proceder, por qué la necesidad de estar en cada lugar si podemos garantizar el envío de materiales o el trabajo a partir de la próxima semana.
Son 2 días (6 y 7) solamente para poner a resguardo igualitariamente a cada estudiante y docente.
Desde nuestro trabajo cotidiano, en las visitas a las escuelas, nos encontramos con establecimientos que cuentan con instalaciones eléctricas viejas, pocos baños, techos y aberturas que requieren refacciones urgentes, patios y pasillos sin previsión de sombra, ausencia de ventilación, etcétera, y una ola de calor que llega a poner en riesgo sus propias vidas.
Además de no contar con dispositivos y/o conectividad suficiente para trabajar desde las escuelas en actividades virtuales; no hace falta explicar aquí la desinversión del Estado en lo que respecta a equipamientos para estudiantes y docentes y la situación salarial de las/los trabajadores que no permite adquirir computadoras portátiles, poniendo nuevamente este tema de relieve cuando sobrevuela la idea de trabajo virtual para estudiantes pero con la presencialidad docente en las escuelas, dando por sentado desde el gobierno situaciones ideales que no existen en la mayoría de los casos, basta sólo con recorrer las escuelas, dialogar con sus trabajadores/as para conocer en territorio lo que allí sucede.
Ante esto reclamamos que se tome real dimensión de la situación, una actitud contraria refleja desconocimiento sobre las circunstancias en que se producen los aprendizajes.
Es urgente que desde el CGE a nivel provincial o desde la DDE Uruguay se determine la suspensión total de las actividades en los establecimientos educativos, priorizando la salud de todos: estudiantes y docentes.
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