El candidato de Cambiemos salió con los tapones de punta en contra del oficialismo provincial y local. Incluso comparó la realidad uruguayense con la historia de Rusia en época de los zares. Pidió al gobernador Bordet que “no se deje engañar" y luego ironizó "la realidad está a la vista de todos, solo tenemos que evitar que los Grigori Potiomkin (por Martín Oliva) nos sigan gobernando.”
"...como hizo el gobernador de Crimea obligan a que el pueblo salga a la calle para aplaudir y vitorear a Catalina a su paso, de lo contrario toman medidas contra los que no lo hacen, amenazando trabajo y ayuda social”.
"Al Gobernador le hacen lo mismo que a Catalina de Rusia, donde Grigori Potiomkin (nuestro Oliva) hacía edificar decorados pintados para presentar pueblos maravillosos. Lo único que busca es disfrazar la realidad para encubrir la verdadera situación catastrófica de la ciudad” comparó Orrico en declaraciones enviadas a este medio.
El candidato a Intendente, expresó “no se deje engañar señor Gobernador, lo invito a recorrer la Concepción real, la que no tiene agua ni cloacas, en la que los vecinos no pueden salir a trabajar los días de lluvia porque no hay calles en condiciones, al que tiene mil minibasurales, la que no termina el Plan maestro de agua, el centro cultural de la vieja Usina, la planta de tratamientos cloacales.”
Es así, continuó “si quiere le mostramos la ciudad real, la que tiene las prioridades cambiadas, la ciudad que los funcionarios municipales recorren en campaña como si fueran turistas, la ciudad de los 20 asentamientos en la que la falta de vivienda tiene un retraso de 32 años, la que no planifica. En definitiva, la que no resuelve los problemas de los vecinos y vecinas que se deben resignar a las mentiras electorales y a vivir de la peor manera.”
Irónicamente continuo, “si le queda tiempo, ganas y coraje, también podemos recorrer el edificio de la terminal, el mercado Tres de Febrero y Banco Pelay productos de la desidia y el abandono del gobierno que el integra junto con Lauritto y Oliva.”
"Vemos", dice Juan Orrico, "como Martin Oliva se ocupa de presentar como si fuera una obra de teatro, el aspecto más próspero que le es posible improvisar. Pero aquí no termina la cosa, como hizo el gobernador de Crimea obligan a que el pueblo salga a la calle para aplaudir y vitorear a Catalina a su paso, de lo contrario toman medidas contra los que no lo hacen, amenazando trabajo y ayuda social”.
Finalmente Orrico expresó, “Bordet no se deje engañar, la realidad está a la vista de todos, solo tenemos que evitar que los Grigori Potiomkin nos sigan gobernando.”
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