Respecto al segundo semestre del 2018, la pobreza de acuerdo a la medición del Indec subió en ambos aglomerados urbanos. En lo que respecta al “Gran Paraná” y que contiene además de la capital entrerriana a Oro Verde, San Benito y Colonia Avellaneda, pasó del 29,8 por ciento al 33,9 por ciento según el último dato conocido este lunes. En Concordia también, pasó del 41,9 por ciento al 52,9 por ciento. Los porcentajes de la indigencia también subieron y en el caso de la capital del citrus.
El Indec dio a conocer este lunes los datos de la pobreza del primer semestre del 2019, los cuales muestran que a nivel nacional esta situación alcanza al 35, 4 por ciento de la población argentina, es decir, 15,9 millones de personas.
Entre los 31 aglomerados urbanos que releva el organismo, se encuentran el denominado Gran Paraná y Concordia.
En el primero que contempla a la capital provincial además de las localidades de Oro Verde, San Benito y Colonia Avellaneda, la pobreza pasó del 29,8 por ciento en el segundo semestre del 2018 al 33,9 por ciento según el dato conocido hoy lunes.
En Concordia en tanto, también creció la pobreza y pasó del 41,9 por ciento al 52,9 por ciento.
En cuanto a la indigencia, hoy se encuentra en el Gran Parana en el 5,8 por centno frente al 6,7 que estaba en la última medición de 2018. Este concepto también creció en Concordia, donde la cifra superó el doble y hoy se ubica en el 15,4 por ciento frente al 7,6 por ciento que estaba en 2018.
Qué se mide
Las nociones de pobreza e indigencia empleadas por el INDEC para el cálculo de incidencia se corresponden con el método de medición indirecta, denominado también “línea”.
El concepto de “Línea de Indigencia” (LI) procura establecer si los hogares cuentan con ingresos suficientes para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas, denominada Canasta Básica Alimentaria (CBA).
De esta manera, los hogares que no superan ese umbral o línea son considerados indigentes. Los componentes de la CBA se valorizan con los precios relevados por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para cada período de medición.
Asimismo, la “Línea de Pobreza” (LP) extiende el umbral para incluir no sólo los consumos alimentarios mínimos sino también otros consumos básicos no alimentarios. La suma de ambos conforma la Canasta Básica Total (CBT), la cual es también contrastada con los ingresos de los hogares relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Para calcular la línea de pobreza, por lo tanto, es necesario contar con el valor de la CBA y ampliarlo con la inclusión de bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, etcétera) con el fin de obtener el valor de la Canasta Básica Total (CBT). Mientras que la canasta alimentaria es una canasta normativa, la canasta básica total se construye en base a la evidencia empírica que refleja los hábitos de consumo alimentario y no alimentario de la población de referencia.
Fuentes: Indec, Infobae y APF.
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