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FALLECIÓ HÉCTOR RICARDO GARCÍA

Pedro Parpagnoli: el adiós al fundador de “Crónica”

El periodista Pedro Parpagnoli fue camarógrafo en Crónica y trabajó con Héctor Ricardo García. En esta reseña, en diálogo con El Miércoles Digital, contó anécdotas y lo definió: "Aunque a alguno le moleste, hizo un estilo de TV único en el mundo, eso de dar noticias en vivo las 24 horas del día, eso lo inventó él, fue el primero en el mundo. Después todos se croniquizaron". La mirada de un testigo singular de la vida de un hombre que fue sin duda una referencia periodística, y a quien por lo general no se destaca ni reconoce como tal.

Redacción de El Miércoles Digital

Pedro Parpagnoli --periodista uruguayense, hoy al frente del sitio InfoCedelu e integrante de la Asociación de Periodistas del Departamento Uruguay-- trabajó durante años en Crónica y en relación directa con Héctor Ricardo García, el fundador de un estilo de hacer periodismo basado en un solo valor, puro y duro: el de la información cruda y la exacerbación de los valores aceptados socialmente (o que se cree vigentes). Pedro fue un testigo privilegiado de una época pionera en muchos sentidos, y el lugar que ocupó Hector Ricardo García, al que llama también "El Gallego", fue un protagonista singularmente complejo y decisivo. En el testimonio de Pedro además de su mirada, se destacan datos poco conocidos sobre el fallecido fundador de Crónica.

Pedro Parpagnoli.

“Era un gran lector, tenía una amplia cultura y muy exquisita, y tenía una memoria de elefante; le gustaba mucho el tango y sentía el periodismo en su sangre. Yo siempre me identifiqué mucho con el estilo croniquero, que lo mamé y lo aprendí de él. Yo acá trabajaba en el cable –Video Imagen– y empecé como corresponsal de Crónica acá en la región, pero empecé a ir los fines de semana a Crónica para aprender a trabajar. Y lo cruzaba a García, al Gallego. Y un día me mira y me dice ‘vos sos el entrerriano ¿no?’ La redacción de Crónica era un crisol de provincianos, había gente de todos lados. Estamos hablando de veinte años atrás, año 1999. Y a mí me echan del canal, cuando nació Mariano, mi hijo del medio. Me ofrecí en Crónica y García dio el visto bueno, porque todo lo que pasaba en el canal pasaba por él. El siempre estaba arriba del barco, de aquella cosa que vista desde afuera parecía desprolija, cuando en realidad era muy cuidado, era el estilo que el le imponía y quería. Crónica, el verdadero Crónica, no éste que está ahora, se le critica que era sensacionalista, pero era muy riguroso en el trabajo”.

“Los periodistas de García en Crónica tenían que saber de todo, porque los podían mandar a cubrir una toma de rehenes, un accidente o una nota en el Teatro Colón. Tenían que tener una cultura y una capacidad fuera de lo común. De hecho, fijate dónde están los que trabajaban en esa época, están por todos lados. Porque si trabajabas en Crónica podés trabajar en cualquier lado. Y en la parte técnica, los camarógrafos donde estaba yo, también había mucha rigurosidad, tenías que cuidar el encuadre, García siempre remarcaba que con la imagen tenía que bastar. ‘Si el televidente tiene el volumen bajo, igual tiene que entender lo que pasa’, decía el Gallego. Desde no olvidarte jamás el trípode –que a veces es imprescindible, yo fui camarógrafo en notas donde tanto el cronista como yo se nos caían lágrimas y temblábamos enteros por lo que veíamos y escuchábamos, y si no tenés trípode la imagen es un desastre. Cada detalle de ese tipo, que son el ABC de la labor de un equipo de TV, te los transmitía él mismo”.

"Vos sabías a qué hora entrabas a Crónica, pero nunca sabías a qué hora salías".

“Vos sabías a qué hora entrabas a Crónica, pero nunca sabías a qué hora salías. García controlaba todo. Los equipos, quién trabajaba, quién entraba, quién se iba, miraba las notas, controlaba las imágenes. Era raro que te dijera ‘che, muy buena esa nota’, pero le decía a tu jefe: ‘Este anda bien, estas imágenes estuvieron muy buenas’, aunque por ahí te tiraba ‘Ayer estuve bien, tomaste bien las imágenes en la toma de rehenes, aunque por ahí barriste el foco’. Te hacía observaciones así, estaba en todo. Cuando yo entré a Crónica había tres turnos, y el periodista tenía que estar una hora antes y bien informado. Y nosotros, los camarógrafos, 45 minutos antes, y los asistentes media hora. Porque el equipo se probaba antes de salir. Aprendías a trabajar bien en Crónica. Trabajar con él era muy ameno. Si bien te marcaba todo y no te dejaba pasar una, eran más jodidos los productores que él”.

Pedro cuenta anécdotas que evidencian cómo El Gallego García estaba a cargo de cada detalle: sabía quién era cada uno de sus empleados y estaba al frente de las noticias todo el tiempo. “Antes que nada fue un periodista. Él tenía un olfato único sobre lo que la gente quería ver. O por lo menos, lo que quería ver por Crónica. Y era un batallador. Un animal periodístico. Se murió poniendo veinte millones de dólares para crear un nuevo canal de noticias, Sucedió TV, que estaba inscripto, tenía todo casi listo para salir. Como dijo Haddad, era un tipo que transpiraba periodismo. El sexto piso en el diario era su casa. Vivía ahí el tipo. Y en el canal hizo lo mismo, tenía un departamentito ahí".

La gente lo identifica a García como peronista y de Boca. Y él era un nacionalista, y en algunas cosas antisistema".

"Yo creo que en realidad él se murió antes, se murió cuando le sacan Crónica. Y termina vendiendo Crónica como resultado del enfrentamiento que tuvo con el kirchnerismo a partir del libro que él publicó, ‘Todas las mujeres mienten’. Éste no era Clarin, no tenía espaldas, porque el Gallego fue más periodista que empresario, por eso no tuvo espaldas para resistir”.

“Era un periodista de las 24 horas del día. Por eso nunca pudo tener una familia. No se iba de vacaciones, no le interesaba nada de eso. Él competía con las radios. La idea de la placa roja fue el primer twitter. En tres o cuatro palabras te daba la noticia. Yo lo escuché decirle a un grafista, el del graf que estaba haciendo la placa roja, y El Gallego le dijo: ‘¡Nene! La letra en la placa roja tiene que ser grande y cortito. Grande y cortito. Que el comepancho lo pueda entender”. Eso lo escuché yo".

"Y él decía que él daba noticias, que no las inventaba. Acá en Crónica te contamos que se hundió un submarino. Querés entender por qué se hundió, andá a TN. Ésa era otra frase de él. Y aunque a alguno le moleste, hizo un estilo de TV único en el mundo, eso de dar noticias en vivo las 24 horas del día, eso lo inventó él, fue el primero en el mundo. Acá fue el primer canal en tener 16 móviles en la calle. Eso no lo hizo nadie antes de él. García rompió el molde de los tres minutos de noticias en televisión. Si el tema era interesante, él lo dejaba. Después lo copiaron todos. Todos los canales hoy muestran todo lo que al principio sólo mostraba Crónica”.

"Yo no sé qué va a decir el epitafio de García, pero fue el tipo que inventó todo, hasta las palabras ‘en vivo y en directo’."

"García con Crónica, fue la primera pantalla nacional que le dio bola de verdad a las noticias del interior. Yo soy testigo de eso. Nosotros mandábamos notas de color de Concepción del Uruguay, de Colón o Concordia, y Crónica las pasaba. Notas del Carnaval, una entrevista con Héctor Apeseche. Eso hoy no la hace nadie. La inclusión que le dio al interior del país en una pantalla nacional fue absolutamente inédita".

“Fue el dueño del primer multimedio de la Argentina, cuando tuvo el diario, Canal 11 y Radio Colonia. Y Radio Colonia que se convirtió con él en la voz de lo que no se podia decir en la Argentina. Y nunca se casó con ningún político. La gente lo identifica a García como peronista y de Boca. Y él era un nacionalista, en algunos aspectos parecía anarquista, porque era antisistema en algunas cosas. Y nunca fue hincha de Boca. Era de Independiente. Pero entendía que la cosa pasaba por ahí. Y viste qué paradoja, qué se murió el día del camarógrafo".

"Yo no sé qué va a decir el epitafio de García, pero fue el tipo que inventó todo, hasta las palabras ‘en vivo y en directo’, (en serio, lo tenía registrado…) el tipo que mostró todo, pero siempre mantuvo afuera su vida privada, y ni siquiera velorio tendrá”, concluye Pedro, que no oculta su tristeza por el fallecimiento de un hombre que fue sin duda una referencia periodística, y a quien por lo general no se destaca ni reconoce como tal.

 

 

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