Es una organización socio-política que lucha para cambiar el paradigma productivo en el campo.
Amanda Martínez es integrante de la organización “Desvío a la raíz”, organización que forma parte del frente agrario en la Red Mayo dentro de la CTA .
Se dedican a la producción y comercialización de alimentos orgánicos, sin agrotóxicos, y fomentan un trabajo sin explotación, digno, cooperativo, “es una organización que en términos políticos pretende reivindicar la ruralidad y la cultura del campo que con mucha intención nos han hecho perder”, señaló a modo de presentación.
Hace un tiempo con otras organizaciones crearon un espacio que se llama EPAS (Espacio de producción, ambiente y sociedad), “ahí laburamos de forma cooperativa con familias de Desvío Arijon”; esa localidad está ubicada en el departamento San Jerónimo, a 35 km de la ciudad de Santa Fe, tiene aproximadamente 4 mil habitantes.
EPAS ya tiene más de 16 años de existencia: “Fuimos pasando por distintas luchas en diferentes instancias, y con distintas necesidades, en un momento nos invadió la soja,eso hizo transformar la historia productiva de nuestro pueblo, generamos resistencia y fue una victoria porque logramos sacar la soja del pueblo”, señaló orgullosa ante un hecho que no encuentra antecedentes de algo así.
Incluso no sólo se refirió a la contaminación sino al modelo productivo del monocultivo que deteriora la tierra “sino que también (quiere) un campo sin campesinos y que deja gente sin trabajo,por ejemplo los tambos o los que tenían (producción de) frutillas”.
Luego de atravesar ese proceso empezaron a organizarse para fundar pequeños polos productivos,”queremos pensar en cómo queremos que sea ese alimento, no solo en la calidad, sino en la forma que se produce,en cómo se trabaja”, indicó como anhelo a conseguir.
Sobre el EPAS resaltó que buscan concientizar para que se entienda que la avanzada del sistema “en pos de empobrecernos y de beneficiar a los mismos sectores de siempre, será mucho más cruel y profunda por lo que la producción de alimentos es fundamental”.
Luego dio una opinión resaltando el protagonismo de las mujeres en el rol productivo “somos a quienes primero nos empobrecen y realizamos muchas tareas, lejos de lo que se cree con el modelo del trabajador gaucho, las mujeres somos los que hace siglos ponemos los cuerpos además de todas las otras tareas que realizamos”.
También contó que han articulado trabajos con otras organizaciones sociales.
En EPAS son 15 familias y en la organización en general hay otras 12 familias.
“Son espacios donde nos detenemos a reflexionar, a organizarnos, a festejar, a compartir, porque tenemos espacios de turismo educativo, de actividades recreativas-culturales,es una propuesta de resistencia, pero también de organización y de lucha cotidiana, en territorio”, definió al cierre de esta nota con El Portal de las Cooperativas.
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