El juez federal de Gualeguaychú, Hernán Viri, ordenó al Gobierno provincial clausurar por un plazo de 45 días las areneras que operan en el sur de la provincia y que proveen de arena silícea a los yacimientos de Vaca Muerta, en la Patagonia, para la extracción de combustible mediante el sistema de fracking.
La decisión del magistrado es consecuencia de un amparo que presentó el abogado Ricardo Luciano, en representación del ingeniero agrónomo Carlos Cadoppi, como afectado por el daño ambiental que genera ese tipo de explotaciones.
El juez Viri había convocado a una audiencia de partes que tuvo lugar en Gualeguaychú y de la que participaron en representación de la Provincia, el ministro de Producción, Juan José Bahillo y el fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes; y de la que tomó parte la fiscal federal Josefina Minatta.
En esa instancia, el abogado Luciano reiteró la petición para que se aplique una clausura de seis meses a las areneras, aunque el juez finalmente dispuso que ese plazo sea de 45 días. La medida supone un alto impacto para el proceso extractivo en la Patagonia. “Esto paraliza Vaca Muerta”, analizó el abogado que patrocina la acción, publicó el portal Entre Ríos Ahora.
El abogado Luciano ha pleitado tanto en el fuero federal como en la justicia ordinaria. Últimamente consiguió un fallo favorable del Superior Tribunal de Justicia (STJ) que ordenó al gobernador Gustavo Bordet regularizar la actividad de las areneras en el Sur entrerriano.
De los 120.000 kilómetros cuadrados de la cuenca neuquina, que abarca sobre todo Neuquén y también parte de Mendoza, La Pampa y Río Negro, Vaca Muerta se extiende en unos 30.000, la mayoría en superficie neuquina, aunque también ocupa una porción en el Sur mendocino y en el Oeste rionegrino.
Algunos expertos calculan que esta formación -entre 1.000 y 3.000 metros de profundidad- tal vez abarque un área mayor y sea explotable a lo largo y ancho de 44.000 kilómetros cuadrados, incluido en esa estimación parte de La Pampa.
A su vez, en casi toda la cuenca neuquina hay otras formaciones no convencionales explotables con el fracking, como Agrio y Los Molles, también de “Shale o esquisto” (Nota de la Redacción: Shale oil / conocido como esquistos bituminosos, es una roca sedimentaria de grano fino que contiene kerógeno, que es una mezcla sólida de compuestos químicos orgánicos de la cual se producen hidrocarburos líquidos), y Mulichinco y Las Lajas, de “Tight o arcillas compactas” (Nota de la Redacción: Tight significa, literalmente, “apretado” en inglés. Se trata de arenas o arcillas que alojan hidrocarburos y que al igual que la roca madre de Vaca Muerta necesitan ser fracturadas para que éste emane).
La arena de fractura es uno de los principales insumos utilizados en la industria del shale, y puede llegar a representar hasta el 30 por ciento del costo de completación de un pozo no convencional en Vaca Muerta. Aproximadamente el 80 por ciento de las arenas silíceas nacionales que se utilizan en los yacimientos neuquinos proviene de Entre Ríos, y el resto de Chubut.
La resolución del juez Viri abarca a las explotaciones de arena silícea en el Sur de Entre Ríos que no cuenten con certificado de informe técnico favorable.
El abogado Luciano ha señalado que las areneras extraen arena sílica para mandarla a los yacimientos de Vaca Muerta, en Neuquén, donde se utiliza en la industria del fracking (que posibilita o aumenta la extracción de gas y petróleo del subsuelo).
El letrado, que es apoderado de la Cooperativa de Agua Potable de Ibicuy, explicó, en una entrevista con la Agencia de Informaciones Mercosur, que “las areneras están exentas de impuestos, mientras casi todos los ciudadanos de esta provincia y el país, salvo bien conocidas excepciones, debemos cumplir a pie juntillas, porque si no pagamos, nos castigan con intereses, e inclusive, embargos”, y detalló que la Ley Provincial número 10.557 establece que las actividades mineras, areneras y/o canteras, durante 2020, 2021 y 2022 , están exentas de pagar tributo alguno. ¿Y por qué este privilegio?”, cuestionó.
En ese marco, estimó que “se trata de un negocio de 600 millones de dólares al año, en el que, las canteras entrerrianas proveen el 80 por ciento, es decir, las areneras o canteras instaladas en la provincia, ganan por año 480.000.000 de dólares”. Y agregó: “En 2020, el negocio de las arenas silíceas facturó en Argentina 220 millones de dólares. Entonces esperaban triplicar esa cifra en 2021. Y así fue”, fustigó.
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