Ya hace varios siglos que no son solo los españoles los responsables de lo que ocurrió acá. ¿Vamos a seguir solo modificando efemérides o vamos a hacer algo para que quienes descienden de aquellos pueblos despojados hace 500, 200, o 10 años, dejen de padecer hambre, tuberculosis, mortalidad infantil, desnutrición, dengue?
Por A.S. de EL MIÉRCOLES DIGITAL
Ilustración: IGNACIO NÉSTOR VICENTE
Hace 528 años desembarcaba Colón en este continente como avanzada de un imperio y comenzaba allí el despojo a quienes aquí vivían.
Está muy bien repudiar el despojo aquel. Era imprescindible.
Pero pasaron 528 años. Ni Colón ni los Reyes están ya, ni siquiera están Rosas ni Roca, quienes varios siglos después (ya como Estado argentino) continuaron aquella tarea terrible despojándolos casi todo lo que aún quedaba por despojar hace 150 años.
Es decir: ya hace varios siglos que no son solo los españoles los responsables de lo que ocurrió acá. Desde 1810.
En Entre Ríos, por ejemplo, los españoles hicieron la matanza que dio origen a la zona hoy conocida como Victoria, pero que antes se llamó precisamente "La Matanza", porque allí en 1750 por orden del gobernador Santa Fe, Francisco Antonio de Vera y Mujica, se asesinó a toda una comunidad indígena.
Por eso se conocía esa zona como Cerro de la Matanza, titulo de la canción de Aníbal Sampayo que lamenta esa historia ("El río pasa y se va / bermejo, al atardecer. / Y la tristeza del indio / sangrando parte con él"), tema que grabó el querido Guille Lugrin con la participación de Blas Jaime, el último entrerriano hablante de la lengua chaná.
Pero fueron entrerrianos los que (según cuenta Eleuterio F. Tiscornia) una noche de 1830 pasaron a degüello a los últimos charrúas y minuanes, sobrevivientes al acoso y la persecución, a los que habían reducido a un pelotón militar. Ya no eran los españoles quienes mandaban por aquí.
Tampoco están los que siguieron acorralando a los antiguos dueños de la tierra durante el siglo XX, hasta hace muy poco como en Rincón Bomba en 1947, esa masacre del pueblo pilagá que narra el gran Orlando Van Bredam en su libro de mismo nombre.
No.
Estamos nosotros, y no hay más excusa para que el despojo siga.
Ah sí, porque sigue.
El corrimiento de la frontera agrícola, el desmonte que condena a pobladores originarios en diferentes lugares del país, la postergación constante de esas comunidades y la negación de sus derechos son análogos a los espantos que se repudian cada 12 de octubre... Pero que al parecer se registran poco el resto del año, cada día de cada mes que no es ni 12 ni octubre.
Es que está muy bien repudiar lo que sucedió antes, hayan pasado 500, 200 o 10 años.
Pero las tierras y las leyes son nuestras ahora.
¿Vamos a hacer algo? ¿Vamos a exigirles a quienes gobiernan que cumplan y hagan cumplir las bellas palabras que se agregaron a la Constitución en 1994? (Aquello de "Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones". Art. 75 inc 17).
Relean el párrafo anterior, por favor. Esas formulaciones de notable justicia están nuestra Constitución desde hace 26 años.
Por eso estas preguntas.
¿Vamos a hacer algo? ¿Les vamos a exigir a quienes gobiernan que de una vez cumplan y hagan cumplir esas palabras?
¿O vamos a seguir solamente modificando efemérides --o tumbando estatuas-- para calmar nuestra conciencia, mientras las personas descendientes de aquellas despojadas hace 500, 200, o 10 años, siguen padeciendo hambre, tuberculosis, mortalidad infantil, desnutrición, dengue, y sobre todo la peor peste que es la ambición humana?
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