A partir de acuerdos con una empresa avícola y otra láctea, utilizarían los desechos orgánicos para la elaboración de humus. Tienen una importante demanda por satisfacer.
La Cooperativa de Trabajo Comunitario Cooperse Ltda. se dedica a la producción de compost orgánico en la localidad entrerriana de Santa Elena, ubicada en el Departamento La Paz.
Uno de sus integrantes, Jorge Ruiz Díaz, contó a El Portal de las Cooperativas, cómo viene el proceso productivo en su empresa: “Haciendo un análisis bastante global respecto a la situación, la producción y toda la parte económica nos hemos sostenido en estos años, pero en realidad no hemos tenido la posibilidad de aumentar la producción para satisfacer la demanda. Estamos en una instancia de pasar de la producción manual a una industrializada, por eso todavía no podemos dar ese salto. Contamos con empresas bastante interesantes en la zona de Santa Elena que quieren contar con nuestro servicio: una se dedica a la parte apícola, ellos sacan mensualmente una importante cantidad de cama de pollo, que nosotros la podemos procesar y transformar en compost orgánico. También hay dos tambos en la zona que producen también una cantidad importante en la parte de excremento, nosotros les haríamos el tratamiento para llegar a volcarlo a la producción del compuesto orgánico”.
La casa propia
Este medio le recordó que allá por marzo de 2021, en plena pandemia los obligaron a trasladarse hacia las afueras de la ciudad con las cunas de compostaje que tenían armadas tras muchos años de trabajo, todo por quejas vecinales.
Jorge Ruiz Díaz hace memoria y lo explicó: “Si porque estábamos ubicados en el centro de nuestra ciudad, en un lugar que había casas muy cerca y las personas alrededores hicieron un reclamo hacia el municipio que eso podía desprender olor, pero en realidad si el proceso está bien hecho no tiene por qué desprender olores, pero antes de discutir y generar malos entendidos con los vecinos nos mudamos a un sector, a una chacra de un privado que nos cedió el lugar. Instalamos 12 cunas en esa chacra en el cual incluso habíamos aumentado la producción y también tuvimos un tiempo, después nos volvieron a pedir el predio. Lo entendimos por la situación que se está viviendo, el dueño decidió vender ese espacio, tuvimos que salir de ahí y bueno, la decisión que tomamos es armar en nuestros domicilios particulares de lo asociados, armamos ocho cunas, promedio de dos cunas por casa, si se puede, porque las cunas son de 6 metros de largo, uno de ancho y casi 70 centímetros de alto”.
Luego prosiguió su relato: “La verdad que esas situaciones problemáticas nos demoraron un tiempo, pero nuevamente retomamos. Estamos satisfaciendo igual la demanda que tenemos con ese tipo de producción. Tenemos una tamizadora con motor que nos está permitiendo obtener más volumen del compuesto ya terminado para envasar, porque antes lo hacíamos de forma manual, nos llevaba más tiempo y lo hacíamos en menos volumen, ahora lo aumentamos y se trabaja un poco más rápido, así que esos adelantos nos permiten mantener la producción”.
Ruiz Díaz se entusiasma con el terreno propio que les cedió la Municipalidad de Santa Elena, es un comodato de una hectárea. Ahí están planificando desarrollar la producción.
Al no tener los recursos económicos, por medio del Ipcymer y el INAES solicitaron aportes económicos gestionando subsidios. “Le ponemos mucho empeño y tratamos de seguir hacia adelante como se puede y por lo menos ir cumpliendo algunos objetivos establecidos. Por supuesto, sin descuidar ya la demanda que tenemos en los distintos viveros de la ciudad de Paraná, Santa Fe, vendimos un poco en la zona de Villaguay (centro de Entre Ríos), en Concepción del Uruguay, y así sucesivamente. A ese mercado lo seguimos conservando”.
Negocios entre partes
También en aquella entrevista contó que una cooperativa agropecuaria que trabaja con los granos cuando limpiaban les daban el rastrojo. El Portal de las Cooperativas le consultó si ese arreglo continuaba, teniendo en cuenta la sequía que afectó al sector del agro y sus graves problemas.
El cooperativista explicó que: “Todavía seguimos vinculados con esas empresas y cooperativas que hacen la limpieza de los silos y nos están cediendo la materia prima del rastrojo. Por suerte ellos siguen colaborando y eso nos permite mantener el volumen de producción. Estamos súper agradecidos con esas personas que nos están apoyando. Nos anticiparon que el día de mañana cuando tengamos nuestro espacio de una hectárea ellos están dispuestos a cedernos esa materia prima para descomponer lo que ellos tienen en gran cantidad. Vamos a tratar de hacer un convenio colaborando, ellos nos van a ceder y luego cuando pase un tiempo vamos a llegar a comprarles los insumos para que sea negocio para ellos y que nos sirva a nosotros”.
Lo que viene
“La expectativa que tenemos hacia el futuro es seguir trabajando vinculadamente con el estado nacional y provincial, sea quienes sean los que estén de gobierno”, dice el productor haciendo hincapié en el rol importante como palanca que cumple el Estado, “porque lo que intentamos hacer, solos no vamos a poder crecer de ninguna manera, o sí, podemos crecer, pero sería más lento todo y más difícil. Que tengamos ese tipo de respaldo sería muy importante para que el proyecto de todas las cooperativas en general, para que sea un poco más factible para poder desarrollarlo y lograr los objetivos establecidos”.
Pero los objetivos son un poco más ambiciosos, “en el futuro queremos llegar a exportar nuestro producto. Tenemos una charla (pendiente) con cooperativas del Uruguay que están interesadas en nuestro producto, sería una posibilidad más, pero hoy no podemos sentarnos a hablar porque no contamos con la producción necesaria para poder llegar a tener ese tipo de negocio. Lo podemos ir hablando para que el día de mañana eso se pueda concretar”, cerró.
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