Quién era Lucas Piriz, el héroe uruguayense que dio su vida por Paysandú

Era entrerriano y fue héroe dando su vida por la libertad en Paysandú. Se llamaba Lucas Piriz y había nacido en Concepción del Uruguay el 18 de octubre de 1806. Su vida terminó el 1º de enero de 1865, en batalla, defendiendo a Paysandú, “La tres veces Heroica”.

(*) Por GUSTAVO SURT

Piriz fue un héroe. Dio su vida por el federalismo y por la libertad. Pocos entrerrianos lo recuerdan como se debería.

Muchos lo consideran oriental a Piriz porque cuando tenía 6 años su familia compró campos en la zona de Paysandú, trasladándose a ese lugar. Pero no, era entrerriano, y lo era en una época en que la Banda Oriental y la provincia de Entre Ríos estaban unidas históricamente, culturalmente y políticamente.

Piriz no fue un hombre cualquiera. Para los orientales fue un héroe porque se integró a gestas nacionales notables como las de la Independencia, la Cruzada de Libertadores (1825) y sirvió hasta las postrimerías de la guerra contra el imperio brasileño (1828).

También es un héroe para los entrerrianos, ya que en la provincia realizó toda la campaña de los federales bajo las órdenes de Manuel Oribe, destacándose en 1847 en la toma de Salto. Formaba parte entonces de los bravos de Servando Gómez, también entrerriano nacido en Gualeguaychú. Por otra parte, se puso bajo las órdenes de Justo José de Urquiza cuando éste se volvió contra Oribe poniendo fin a la Guerra Grande (año 1851).

Lucas Piriz fue jefe político de Salto en 1855, luchó contra la llamada “revolución” del general Venancio Flores, donde es nombrado coronel y pasó a prestar servicios en Paysandú. Y no fue algo menor enfrentar a Flores. Vale recordar que la “Cruzada Libertadora de 1863” es la denominación que sus partidarios le otorgaron a la invasión del territorio uruguayo el 19 de abril de 1863.

El objetivo era derrocar al gobierno de Bernardo Prudencio Berro. El nombre de “Cruzada Libertadora” fue impuesto con la intención de convencer a todos que eso estaba unido con la verdadera “Cruzada Libertadora” de los Treinta y Tres Orientales.

Flores, en suma, planteaba una lucha política entre los colorados, partido al que pertenecía, y los blancos, partido del que formaba parte el presidente Berro. Eso fue la mecha para una guerra civil entre colorados y blancos, lo que posibilitó la invasión brasileña de 1864, la que a su vez desencadenaría la mucho mayor Guerra del Triple Alianza. Se explica esto para analizar de qué manera no se trataba de hechos aislados.

Pero volvamos a Piriz, quien ya prestaba servicios en Paysandú. Fue en esta ciudad donde le cupo el mérito de organizar la última defensa hasta el nombramiento del entonces coronel Leandro Gómez, pasando a ser su segundo.

Formalizado el sitio de Paysandú el 2 de diciembre de 1864, Leandro Gómez y Lucas Piriz se hicieron fuertes, y de manera increíble mantuvieron la plaza esperando refuerzos que nunca llegaron. Berro los prometió, pero fue imposible cumplir con su palabra habida cuenta de los sucesos que antes mencionábamos. Juan Saá, conocido por el apodo de “Lanza Seca”, oriundo de la provincia de San Luis, fue vencido por el caudillo colorado Máximo Pérez. De manera que no llegó a Paysandú.

Por su parte, Urquiza, a pesar del pedido de no pocos entrerrianos, no participó a favor de Paysandú, con lo que de esa manera ayudaba a los invasores. Lo único que hizo el entrerriano fue dar atención a heridos, mujeres y niños en la Isla de la Caridad (frente a Paysandú, del otro lado del río), pero no envió tropa alguna. A pesar de ello varios federales de este lado del río se hicieron presentes en la lucha desigual para defender a “La tres veces Heroica”.

Entre tanto, el gobierno de Atanasio Cruz Aguirre, que sucedió a Bernardo Berro en Uruguay, quemó públicamente las copias de los tratados firmados con el Brasil en 1851 como forma de protesta ante el hecho, lo que por supuesto no ayudo a Gómez, Piriz y sus hombres que lo que necesitaban eran refuerzos no actitudes de este tipo.

Leandro Gómez fue fusilado el 2 de enero de 1865 por la coalición unitaria “mitrista”, el brasileño Tamandaré y la cruzada colorada de Venancio Flores apoyado por otros criminales vernáculos, representantes de Fructuoso Rivera. Un día antes, el 1º de enero de 1865, en batalla, fue muerto de un balazo Lucas Piriz. Paysandú fue el último baluarte de la resistencia blanca al golpe de Estado de Venancio Flores.

"(...) Urquiza, a pesar de esta carta y del pedido de muchos entrerrianos, no ayudó a los heroicos defensores de Paysandú, entre los que estaba su amigo Piriz".

“Independencia o muerte” fue la consigna de los defensores de Paysandú, entre lo que estaba el entrerriano Piriz. Mencionamos esta consigna porque pone en evidencia que la lucha era mucho más que un problema entre blancos y colorados en el Uruguay. De hecho, como apuntábamos, los brasileños apoyaban al colorado Rivera, lo mismo que hicieron las fuerzas mitristas argentinas. Decir que la defensa era desigual es decir poco. Esto hace que la decisión de aquellos valientes fuera mucho más que la determinación de pelear contra todos, sino la de dar su vida por una causa en la que la libertad era la bandera más importante.

Es interesante recordar que unos meses antes del sitio, en agosto de 1864, Lucas Piriz envió una carta a Justo José de Urquiza. “Esté seguro mi querido amigo que no he de ceder una línea. Tengo ochocientos hombres y con ellos pienso sepultarme en las ruinas de esta ciudad, antes de ver deshonrado el pabellón de esta pobre patria”, decía en un párrafo de la misiva. Pero Urquiza, a pesar de esta carta y del pedido de muchos entrerrianos, no ayudó a los heroicos defensores de Paysandú, entre los que estaba su amigo Piriz.

Otro dato que vale recordar es que el 2 de diciembre de 1864, cuando Paysandú fuera sitiada por la flota brasileña, Venancio Flores intimó a Gómez, Piriz y los suyos a rendirse. Afirman que Gómez leyó la nota y en el mismo papel, al pié, escribió: “Cuando sucumba”. Terminante el general. Quedaba claro que preferían morir a dejar de lado la lucha por sus principios libertarios. Ante esa respuesta que no dejaba lugar a ninguna duda, el Marqués de Tamandaré, al mando de la flota portuguesa, informó a Gómez que si no se rendían la ciudad sería bombardeada. Ninguno de los defensores de “La Heroica” se amilanó por ello, a sabiendas que en esa decisión patriótica se jugaban la vida. Finalmente Paysandú cayó. Piriz había muerto el día anterior. Por orden del general José Gregorio Suárez, a quien apodaban “Goyo Jeta”, Leandro Gómez fue fusilado sin juicio previo. También fueron pasados por las armas los comandantes Juan María Braga, Eduviges Acuña y Federico Fernández, únicos oficiales del estado Mayor sobrevivientes al sitio, y varios de los pocos sobrevivientes que quedaban.

Es interesante destacar que la llamada “Cruzada Libertadora” de Flores, fue un antecedente inmediato de la Triple Alianza. Una posible alianza entre el gobierno de Montevideo y el de Asunción, que le suministraría a Paraguay una salida al mar a través del Río Uruguay, hubiera complicado los planes expansionistas de Brasil y sería un problema para Mitre. Por eso, la instalación en Montevideo de un gobierno favorable al Imperio era una condición casi imprescindible para consumar el genocidio paraguayo.

No hace mucho tiempo se descubrió en el cementerio de Salto una tumba derruida y olvidada. Los restos que allí yacían no eran los de cualquiera; eran los del entrerriano Lucas Piriz; un héroe.