Se trata de un trabajo conjunto entre el Departamento de Bromatología, la Secretaría de Hacienda y concejales de la Municipalidad.
Durante doce horas diarias, y toda la semana, se realizó un detallado control sobre los vehículos que ingresan con mercadería a la ciudad que demandan un control bromatológico. A su vez, se tomaron datos no solo referido al control sanitario, sino también tributario de modo de contar con un mapeo de los productos que ingresan a Concepción del Uruguay y son distribuidos en los comercios locales.
También se inspeccionaron las medidas de higiene y seguridad que utilizan los distintos transportes ya que los protocolos sanitarios tanto del Gobierno nacional como provincial, recomiendan una “adecuada desinfección sobre la superficie de alimentos, mesadas, manos, envoltorios entre otros, de forma rutinaria; ya que los establecimientos en donde se manipulan y comercializan alimentos deben extremar las medidas higiénico-sanitarias como medida preventiva debido a que estos sitios suelen ser lugares de socialización y de contacto estrecho entre personas de un mismo barrio o zona.
“Por ello, para el personal involucrado tanto en el transporte como en las instalaciones en la que trabajan, deben ser cuidadosos y controlados por los estamentos intervinientes” se informó desde el área de Bromatología.
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