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Saqueos en Concordia: los policías imputados negaron planificación en la toma de la Jefatura

Uno de los imputados sostuvo en el juicio oral que “pudo haber falencias en nuestros reclamos”, pero “también de nuestros jefes”. Tanto Esteban Cendra como Luis Alberto Gómez se despegaron este miércoles de las imputaciones por la cual están siendo juzgados. Fueron los únicos -hasta el momento- de los 18 acusados que hicieron uso del derecho a declarar. Argumentaron que no estuvieron presentes al momento de la toma de la Jefatura Departamental de Concordia, negaron agresiones a sus superiores y vinculan sus arrestos al desquite de disputas internas en la fuerza provincial.

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El juicio se realiza en Concordia. (Foto: Informe Digital).

 

 

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"PARECÍA UN DÍA MÁS"

Según el informe de Diario Río Uruguay, más de una hora y media duró la declaración de Esteban Cendra, quien bajo la supervisión de su abogado Edelmiro Díaz Vélez, narró que durante la noche del sábado 7 y domingo 8 de diciembre prestó servicios adicionales en la Fiesta Nacional del Arándano que se llevaba a cabo en la localidad cercana de La Criolla.

Mencionó que cerca de las 22 le contaron “que hubo personas que tomar la Jefatura y que Concordia era un caos. Que había saqueos”, pero especificó que su labor recién concluyó alrededor de las 02.30 del domingo y que por orden de su superior volvió a su domicilio a descansar. “Desde la Comisaría de Villa Adela pedían a través de llamados telefónicos agua y municiones de goma. También vales de nafta”, recordó sobre esa noche.

El responsable de las tareas de mantenimiento llegó a la Jefatura a la mañana siguiente como todos los días, pero notó que estaba con una serie de daños en el edificio y sucia por demás. “Las cámaras que yo limpiaba jamás faltaron”, rememoró y valoró: “No parecía que estuviera tomada la Jefatura ese lunes. Parecía un día más, después de un largo feriado, donde hay mucho tránsito de gente nomás”. En su alocución afirmó que buena parte de la gente que estaba dentro de la sede policial “eran mujeres que nunca más volví a ver”.

Cendra reconoció que las “falencias en nuestro reclamo pudieron ser muchas, pero también los de nuestros jefes”, y especificó que el conflicto salarial venía “cuando recriminábamos el pago de adicionales y se nos abonaba la mitad de las horas. Más de uno de esos que reclamaban están hoy sumariados”, puntualizó. Se remontó tiempo atrás donde dijo que el malestar ya se hacía visible “cuando entregábamos petitorios y hablábamos con los jefes” y contó que el viernes 6 de diciembre de 2013 se hizo una despedida de año en el Club Pesca, “donde se habló del clima social que se vivía en el país esos días”.

Según Cendra, existió una “persecución personal de (Cristian) Hormaechea y de (Nelson) Vega hacia mi persona”.

Sobre el 10 de diciembre, cuando los agentes volvieron a sus tareas habituales, dijo que recibió la orden de realizar un asado en las termas, hasta donde arribaron ministros y jefes de la Policía de la provincia y del departamento Concordia, acompañando al gobernador Sergio Urribarri.

De acuerdo al relato de Cendra, allí Urribarri mantuvo una fuerte discusión con el jefe de la Policía provincial, Héctor Massuh. Reveló que el mandatario cuestionó a Massuh sobre la oferta salarial dada el jueves 5, y que luego ambos mantuvieron una discusión durante una hora en un sector apartado del asado. “Estos de Concordia me la van a pagar”, habría dicho el jefe policial, agregando: “Estos negritos me pusieron en la historia haciéndole una movida al Jefe de provincia”.

“Si el aumento estaba acordado con anterioridad lo desconozco porque no fui informado esos días antes”, dijo Cendra, agregando que por lo que había escuchado “estaba decidido por el gobernador”.

 

“Se comentaba de saqueos dentro de la Jefatura”

Por su parte, un rato antes Luis Alberto Gómez relató que el domingo 8 de diciembre se encontraba de franco por lo que acudió a disfrutar de una tarde junto a su familia en la Costanera de Concordia. Narró que en el transcurso de las horas fue recibiendo en su teléfono celular una serie de mensajes donde lo convocaban a sumarse a una reunión a los familiares y agentes que no estaban en guarda, frente a las puertas de la Jefatura local a partir de las 21.

 

Dijo desconocer el motivo, pero a los pocos minutos señaló: “Mi señora no estaba de acuerdo. Me dijo ya sabés para qué es, pero me acompañó hasta la plaza. Llegué cerca de las 22.30 y veo varios móviles y personas de civil y uniformados. Cuando ingreso a la Jefatura veo a mucha gente que comentaba que era por un reclamo salarial”, y especificó que nunca en sus años de servicio había hecho petición de aumento salarial.

 

Calculó en unas 400 personas las que estaban dentro y fuera del edificio policial y afirmó que su participación en la protesta consistió en “tocar el redoblante y hablar por el megáfono”. En todo su testimonio subrayó que no portó el arma reglamentaria y que estaba sin el uniforme.”Desconozco en absoluto de los hechos que se me acusan”, manifestó el agente, negando haber estado “en el ingreso y toma del edificio”.

 

Seguidamente Gómez mencionó: “Esa noche tuvimos la presencia de (Adán) Bahl y del Subcomisario Rosatti. Nos dijo que nos quedáramos ahí y no nos retiráramos”. “El lunes por la madrugada, alrededor de la 1 de la mañana, me descompensé y fui llevado por un móvil al hospital Felipe Heras. Me hicieron un electrocardiograma”, recordó, para agregar rápidamente: “No sé cuánto tiempo estuve ahí. Creo que hasta la mañana. Después perdí el habla”, aseguró y afirmó que así como estaba volvió a la Jefatura donde se llevaba adelante la segunda jornada de la toma.

 

Imputado por la agresión a los jefes policiales y a comerciantes de la ciudad cuando acudieron a pedir ayuda ante la ola de saqueos, Gómez negó haber tomado a Lucio Villalba del cuello, afirmando que sí había subido al primer piso pero que “(yo) lo abrazo a Villalba para que no se caiga mientras íbamos bajando las escaleras que son estrechas”. A eso sumó que “los jefes entraban y salían” y que no fue partícipe de agresiones físicas ni empujones contra el ex subjefe, Nelson Vega y el jefe de Operaciones, Cristian Hormaechea. Así mismo expresó que no observó agresiones contra un grupo de comerciantes que llegaron esa noche y rememoró que por esas horas dentro de la Jefatura “se comentaba de saqueos” en la ciudad.

 

“Fui seleccionado para que vaya preso. No puedo comprobarlo, pero sé como viene esto”, apuntó el uniformado y valoró su conocimiento de la fuerza, donde “de mi familia somos 17 los integrantes de la policía”.

 

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