El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
La deforestación, los incendios y la pérdida de biodiversidad en gran parte de Sudamérica son consideradas por la Unión Europea como situaciones claves para dejar caer el acuerdo.
El acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur (bloque formado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) fue alcanzado en junio del año pasado tras casi dos décadas de negociaciones, pero para que entre en vigor tiene que ser ratificado por todos los países europeos, lo que parece cada vez más improbable.
Tanto los gobiernos de Francia, Holanda y Alemania manifestaron su desacuerdo al tratado comercial al considerar que la destrucción de la selva más grande del mundo pone en riesgo el espíritu del mismo.
Ya durante agosto de 2019 Emanuel Macron, presidente de Francia, se opuso al acuerdo con el argumento de que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, había “mentido” sobre sus compromisos medioambientales.
Pero la posición del gobierno francés quedo clara cuando el actual Jefe de Gabinete, Jean Castex, anunció el viernes 18 de septiembre pasado que el pacto “ponía en peligro la biodiversidad y desregulaba el clima”. Castex se apoyó en los argumentos que la Comisión Ambec expuso en un informe de 194 páginas.
Informe al que el gobierno brasileño respondió rápidamente, acusando al país europeo de intereses proteccionistas.
Según aseguraron mediante un comunicado, Brasil ya demostró que es capaz de aumentar su producción de carne, soja y maíz al mismo tiempo que disminuye la deforestación.
Y recordó que de 2004 a 2012 la deforestación en la Amazonía cayó un 83%, mientras la producción agrícola subió un 61%; en ese mismo periodo, el rebaño bovino creció en más de ocho millones de cabezas.
Sin embargo, no cita que la deforestación está aumentando desde hace tres años y que batió todos los récords históricos durante los primeros meses del Gobierno de Jair Bolsonaro.
A esto se deben sumar los trágicos incendios que destruyeron una gran parte de la selva amazónica y los actuales focos de fuego que afectan a la región del pantanal, el humedal más importante del planeta, generando una pérdida de biodiversidad incalculable y acrecentando el cambio climático.
También Alemania, a través de la jefa del gobierno, Angela Merkel, expresó ”serias dudas” sobre el futuro del acuerdo debido al avance de la deforestación.
Al rechazo del acuerdo, se sumó por parte de la UE el pedido de que se respete el Acuerdo de París contra el cambio climático, y que las importaciones procedentes de los países del Mercosur sigan las normas sanitarias y medioambientales europeas.
Hacia un comercio verde
Mientras tanto, la demanda en el mercado internacional de alimentos es clara: habrá cada vez menos interesados en adquirir carne o granos salidos de procesos que impliquen de deforestación o pérdida de biodiversidad.
Así se lo hacen entender los votantes europeos a sus gobiernos, que por convicción o mero pragmatismo lo replican luego en la toma de decisiones.
Por lo que la Unión Europea presento no hace mucho el “Green Deal” o Pacto Verde Europeo, una ambiciosa estrategia para llegar a una economía baja en carbono en las próximas décadas y poner a la comunidad en la senda de la eficiencia y la tecnología.
Un cambio de paradigma en la producción de los alimentos que consumimos es una posibilidad cada vez más cercana y necesaria, el ritmo al que se consumen actualmente los recursos del planeta nos es sostenible y las consecuencias del cambio climático son cada día más evidentes.
Es por eso que necesitamos pensar en una agroindustria donde la tecnología y el cuidado del ambiente sean los ejes principales.
Fuentes: Sputnik / dos Ambientes / Economía Sustentable
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