Corría el año 1869, dos viejos enemigos obrarían pronto en un acuerdo común. La situación les era favorable, y el suelo para ese acuerdo, nunca había sido tan fértil. El sanjuanino y el entrerriano se acercaron, tramando una relación que marchaba, como no podía ser de otra manera, al vaivén de la política.
Por PEDRO FRUNIZ (Especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL)
La urgencia de propagar la educación y las escuelas normales estuvo permanentemente en el pensamiento de Sarmiento. Y también lo estuvo en el de Urquiza, en quién asoma esa inquietud cuando el otro está aún en la adolescencia, al proyectar la creación de dos escuelas normales en la provincia. Falló en algo que Sarmiento concretaría veinticinco años después.
El sanjuanino quería diseminarlas en todo el país pero será en suelo entrerriano en el que fijará su pensamiento para las primeras porque aquí encuentra suelo abonado y un alto dirigente bien dispuesto para ello. Al efecto encarga al inspector de Colegios Nacionales José María Torres el traslado hasta Concepción para arreglar con Urquiza. De allí surgirá el acuerdo: el Gobierno Nacional establecería una escuela de preceptores anexa al Colegio Nacional, mientras que el Gobierno Provincial asumió el compromiso de poner en funcionamiento, a la brevedad posible, una escuela normal para preceptoras mujeres.
La de preceptores, anexa al Colegio, al poco tiempo inició su cometido, sin embargo a los pocos años cerró. El gobierno provincial se dispuso también a cumplir su parte, aunque debió realizar una etapa previa: la construcción de un edificio apropiado para la Escuela Normal de Preceptoras, encomendándose la tarea al arquitecto Juan Fossati.
Pero llegó el año 1870, y con él los trágicos sucesos que darían muerte al General Urquiza y desatarían en Entre Ríos un período de desestabilización, violencia e inseguridad: las revoluciones jordanitas. Hubo entonces que esperar un instante de paz para finalizar la obra comenzada.
Llegó así el año 1872, y en él tomaría parte el Dr. Martín Ruiz Moreno, quién desde su cargo de Jefe del Departamento de Educación, persuadiría al Gobernador Echagüe, para que abriera, de una buena vez, la Escuela Normal de Maestras del Uruguay. En mayo se sancionó y promulgó la ley por la que se creó el instituto. Aquel paso inicial dado por Urquiza en 1869, culminaba ahora con el instrumento legal que daría vida a nuestra Escuela Normal.
Comenzará un año de preparación: finalización de las obras, la compra de materiales, y la búsqueda de una Directora que pudiera estar a la altura. Para esto último, Ruíz Moreno se fijará en una francesa, llegada a la ciudad para acompañar a su esposo, quién desempeñaba por entonces el cargo de Rector del Colegio del Uruguay: Clementina Comte de Alió. No había en la región nadie que estuviera mejor preparada que ella, y el tiempo daría la razón.
Inicialmente, la fecha elegida para la inauguración fue la del 1° de marzo, pero se postergó. El 14 de este mes Ruiz Moreno decía al ministro provincial que si el gobierno lo consideraba conveniente “el domingo próximo podrá tener lugar la inauguración de la Escuela Normal de Preceptoras en esta Capital”. Ese domingo fue 16 aunque en la invitación que se cursa a las distintas autoridades se habla del “próximo Domingo 17 de marzo a la 1 de la tarde”.
Y así fue, frente a las puertas del edificio original, ubicado en la actual esquina de calles General Galarza y Supremo Entrerriano, y al que llamamos injustamente “Municipalidad Vieja”. Sí, digo injustamente, porque su modelo constructivo incluso está inspirado en escuelas norteamericanas y porque su finalidad original fue la de albergar a nuestra escuela, y finalmente, porque allí estuvo hasta el año 1916, cuando se traslada al actual emplazamiento. Quizá sea hora de llamar a la “municipalidad vieja”, “escuela normal vieja”.
En el acto inaugural tomaron parte el Gobernador Echagüe, y le siguió la flamante directora “que en pocas palabras dichas con elegancia, buen tono que demostraba mucho saber e inteligencia, dijo el programa que proponía enseñar” según describe el periódico local La Democracia. Al día siguiente 17 de marzo de 1873, la Escuela Normal de Maestras, comenzó su actividad, con la asistencia de 8 alumnas, a las que en el mes de abril se sumarían 5 más.
El principal título de su gloriosa creación, orgullo uruguayense, es la de ser la PRIMERA Escuela Normal de Mujeres del país. De ella egresarán las primeras maestras, convirtiéndose en semillero de vocaciones para la educación argentina.
Habrá quien diga con la mirada del presente ¿Pero esta escuela, que posibilidad le daba a la mujer, más que la de ser maestra? Nuestra Casa será la primera puerta para que la mujer diera sus primeros pasos en libertad. Pocas instituciones tendrán la fortuna de ser conducidas en la dirección por personalidades como Clementina Comte, primera mujer en la historia en subir a la tribuna de los oradores del Congreso Pedagógico Internacional (1882), para demostrar que la redención de la mujer por la educación y el trabajo es la primera y una de las bases fundamentales de la mejora del pueblo; o por Isabel King, Trinidad Moreno... Por aquí pasarán como alumnas mujeres de todas las clases sociales, y habrá algunas que, en busca de su destino, harán más ruido: las hermanas Adela y Celsa Speratti (pilares de la educación del Paraguay), Petrona Eyle (médica), Teresa Ratto (médica), Celia Torrá (violinista Internacional).
Pasarán los años, y la escuela normal continuará con su inmenso devenir histórico: la nacionalización (1875), la creación de la Escuela Primaria de Aplicación, la creación del Nivel Inicial – Kindergarten (1887), el profesorado (1912) y sus sucesivas restituciones, la apertura “mixta”, etc. ¡Y AQUÍ ESTAMOS, 145° AÑOS DESPUÉS! Comenzando un año de celebración, y caminando hacia nuestro sesquicentenario.
Hace pocos años, desde el Archivo Histórico Escolar, que está siendo rescatado mediante un espacio de formación complementaria en el que participan alumnos de la escuela, nos propusimos la fuerte responsabilidad de desempolvar nuestra historia, de hacerla valer. Además de las tareas allí realizadas, decidimos abrir en la red social Facebook una página (Facebook.com/ArchivoHistoricoEscolar) donde difundimos a diario documentos y fotografías, y propiciamos un espacio de intercambio, donde los usuarios pueden desde sumar datos hasta compartir historias y más contenido.
Tradicionalmente, la Escuela Normal celebra su fiesta el 23 de septiembre, en coincidencia con el natalicio de “Mariano Moreno”, quién desde 1958 da nombre a nuestra Institución. Sin embargo los 145 nos dan la oportunidad de que nuestro cumpleaños sea todo el año, claro que para esto será necesario primero encontrar eco en nuestra comunidad.
Toda fiesta necesita también invitados, y a todos queremos invitar. La Escuela Normal no nos pertenece solo a quienes la transitamos en nuestra actividad profesional o estudiantil, la Escuela nos pertenece a todos, porque es de Concepción del Uruguay.
¡Que permanezcan siempre abiertas tus puertas! ¡Que sepamos valorarte!
¡FELIZ CUMPLEAÑOS ESCUELA NORMAL!
(*) Conservador / Museólogo
Archivo Histórico Escolar - ENSMM
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