El Salón Eva Perón de la Casa Rosada fue el escenario de la primera foto que Alberto Fernández se sacó hoy con los gobernadores de todas las provincias argentinas, que acordaron con el gobierno la suspensión por un año del consenso fiscal firmado en 2017. Excepto el gobernador de Tierra del Fuego, que hoy asumió sus funciones, la asistencia fue perfecta: fueron 23 gobernadores de los distintos signos políticos.
Según publicó INFOBAE también participaron del encuentro el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los funcionarios que asisten a la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, quienes se ocuparon de controlar que la addenda fuera clara y se estampara en el lugar previsto.
En la conferencia de prensa que después brindaron los gobernadores Sergio Uñac (San Juan) y Gerardo Morales (Jujuy), reconocieron que no todos pero “muchos pidieron al nuevo gobierno la suspensión del consenso fiscal 2017” y no quisieron entrar en detalles acerca del total de ingresos que recibirán las provincias durante el año de suspensión de la rebaja impositiva. “En el caso de Jujuy serán 1.000 millones de pesos más, pero la estructura impositiva no es la misma en cada una de las provincias. En algunas, como Buenos Aires, se sentirá el impacto seguramente”, precisó Morales, pero no se animó a dar una cifra general.
Sin embargo, el Ministerio del Interior hizo un cálculo que asegura que “esta medida representará aproximadamente un alivio fiscal de 60 mil millones de pesos para las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Al tiempo, informó que se creó una “Comisión de Evaluación del Impacto de la reducción del IVA y de Ganancias sobre la Canasta Básica de Alimentos que les quitó recursos a las provincias”. Y agregó que “dentro del plazo señalado, dicha comisión propondrá las medidas y cursos de acción que posibiliten una solución integral, de carácter no judicial”.
“La totalidad de las provincias argentinas, sin distinciones partidarias, y el gobierno nacional acordaron suspender los juicios (que iniciaron 15 provincias) por la baja de impuesto a las ganancias y de IVA para la canasta de alimentos durante un año, la creación de una comisión para analizar cómo podemos obtener esa devolución que reclamamos y, en segundo lugar, el consenso fiscal para que la baja paulatina de las alícuotas de impuestos que estaba prevista para el año 2020, y nos quedamos con las alícuotas para el 2019”, redondeó el gobernador Uñac. Morales, por su lado, reconoció que “parar el cronograma de baja de impuestos nos va a permitir mayor recaudación a las provincias”.
El nuevo consenso suspende el Acuerdo para un Nuevo Federalismo rubricado el 23 de mayo de 2016, posteriormente ratificado por Ley 27.260, y la celebración del Consenso Fiscal 2017, que en su momento se realizó para “armonizar las estructuras tributarias de las distintas jurisdicciones” y que fue ratificado por el Congreso mediante la sanción de la Ley 27.429, luego votada en sus propias legislaturas.
Fundamenta la posición en que, dado que “el PBI se contrajo entre los años 2015 y 2019 más de un 5 por ciento y el PIB per cápita en un 8 por ciento, más las sucesivas devaluaciones del tipo de cambio y los alarmantes niveles de inflación”, no sólo se suspende la reducción progresiva del impuesto a los Ingresos Brutos y el impuesto a los sellos, entre otros gravámenes, sino que el Estado nacional y las provincias signatarias acuerdan “la suspensión por el plazo de un año de las causas judiciales, cualquiera sea su radicación y estado de trámite, originado en reclamos derivados con el régimen de coparticipación federal” y sus normas modificatorias y complementarias.
Además, se estipula la creación de una comisión integrada por un representante por cada una de las partes “a fin de evaluar de manera integral las situaciones de orden jurídico y económico-financiero involucradas en los procesos alcanzados por la suspensión antes prevista”.
La reunión del Presidente con los 23 gobernadores no llegó a durar una hora. El texto ya estaba elaborado y chequeado por los respectivos ministros de Economía de las provincias y el tiempo fue sólo para que cada uno estampe su firma, lo que fue haciendo uno por uno hasta que llegó el turno de Fernández.
Trascendió que uno de los últimos en firmar fue el gobernador cordobés Juan Schiaretti, que se mantuvo fuera del Salón porque lo perjudica el fuerte aire acondicionado, y después fue el propio Presidente el que salió a buscarlo para que se sumara al grupo.
Varios gobernadores ya tuvieron sus reuniones con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, o con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Gildo Insfrán, el formoseño, fue el primero que estuvo en Casa Rosada, aunque todavía no habían jurado los ministros. En el mismo día estuvo el tucumano Juan Manzur. Y luego la ronda siguió con los encuentros que mantuvieron Omar Gutiérrez (Neuquén), Jorge Capitanich (Chaco) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones).
Pero quizás el encuentro que despertó más expectativa fue el que Fernández tuvo ayer por la mañana en su despacho con los tres gobernadores radicales, Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza). La reunión fue larga, pudieron hablar una serie de temas que son de interés para cada una de las provincias y economías regionales y también conversaron sobre la ley ómnibus que hoy debería ingresar a la Cámara de Diputados, con algunos detalles que se les habrían adelantado, pero ningún gobernador quiso hacer trascender.
Ayer, también, De Pedro convocó al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, quien también adelantó su asistencia a la reunión y respaldo la suspensión del consenso fiscal. Ese encuentro, se informó, duró 40 minutos y ambos quedaron en mantener un diálogo permanente.
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