No me tocó ir: me mandaron a la Normal. A mis hermanos, sí. Me atrajo siempre, porque era como el corazón del barrio: gris, alta, elegante, atractiva. Pero no: la casa de mi abuela quedaba en calle Ugarteche casi 9 de julio y yo salía de la Normal y me iba a tomar la leche y a escuchar sus cuentos …
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