El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
El Gobierno nacional busca avanzar con un impuesto a los más ricos del país para recaudar recursos que ayuden a paliar la crisis económica derivada del coronavirus. Pero ¿para qué se usarán los fondos recaudados? Al menos un cuarta parte de ellos serán destinados al fracking.
El proyecto de ley de Aporte Solidario Extraordinario sobre las grandes fortunas impacta en menos de diez mil personas, y la mitad de esa recaudación será abonada por los 253 contribuyentes con patrimonios que superan los 3.000 millones de pesos, según se desprende de un informe de la AFIP que se presentó ante la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.
Según el proyecto, un 20% se destinará a equipamiento médico, prevención y asistencia sanitaria, otro 20% a subsidios a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, con el principal objetivo de sostener el empleo y las remuneraciones de sus trabajadores, y otro 20% al programa de becas Progresar.
25% de lo recaudado será destinado para programas de exploración, desarrollo y producción de gas natural (YPF)
Otro 25% de lo recaudado será destinado para programas de exploración, desarrollo y producción de gas natural (YPF), y el 15% restante se destinaría a los habitantes de barrios populares.
Mediante el tributo a las grandes fortunas, el oficialismo calcula que se podrán recaudar unos 300.000 millones de pesos.
Por lo cual, el monto destinado a desarrollar yacimientos de gas rondaría los 75.00 millones de pesos (unos 1.000 millones de dólares).
El texto establece que el dinero se inyectará en la empresa estatal IEASA (ex Enarsa) que deberá utilizar el dinero para extraer gas en proyectos desarrollados únicamente con YPF.
Si bien estamos todos de acuerdo en que es necesario este impuesto, también tenemos que decir que no lo estamos en cuando al destino de lo recaudado, ya que seguir apostando a los combustibles fósiles, seria volver a la vieja normalidad, causante entre otras cosas de esta pandemia mundial que vivimos actualmente.
Estaríamos desaprovechando esta inigualable oportunidad de utilizar estos recursos para apostar a las energías limpias y comenzar a cumplir las metas del "Acuerdo de París", que pretende disminuir los efectos del cambio climático y del cual Argentina es firmante.
Los movimientos socioambientales que impulsan entre otras cuestiones la "Ley de Humedales", nos muestran un cambio en la forma de ver la forma en que gestionamos nuestros recursos, un cambio de paradigma que apuesta a una producción de alimentos enfocada en la agroecología y no en la utilización de venenos, un camino que que no incluye el extractivismo y que debemos comenzar a recorrer si queremos volver a ser parte del ambiente en que vivimos.
Fuentes: iProfesional / Télam
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