En la ciudad entrerriana de La Paz la empresa Angelo Paolo fue recuperada hace 24 años. A partir de allí dio pie a nuevas oportunidades en la forma de trabajar.
La Cooperativa de Trabajo Industria de la Confección Limitada se dedica a la confección de prendas de vestir, aunque en la pandemia también se largaron a la confección de barbijos, camisolines, toda la parte sanitaria, pero insisten en que su fuerte es la camisa de vestir de hombre y mujer, manga larga o corta.
Les hacen las confecciones a las grandes marcas a nivel nacional- a pesar de que la Cooperativa tiene sus propias marcas- que se comercializan por diferentes nombres.
“Tengo una larga trayectoria en el cooperativismo, desde mi estudio fundé prácticamente todas las cooperativas de La Paz. Cuando quebró la firma Angelo Paolo entrerriana que estaba radicada en La Paz con 400 empleados, quedó todo eso en banda”, recordó el asesor y fundador de esta Cooperativa, el contador público Aníbal Ángel Zacarías.
“Desde 1996 tras fundar una serie de cooperativas, una de ellas fue la que dio el origen del cooperativismo en la industria de la confección. En definitiva, somos casi cuatro cooperativas, porque hay otros talleres que se están organizando con nuestro asesoramiento para el mismo objeto que es la confección de prenda de vestir”, repasó el profesional en diálogo con El Portal de las Cooperativas.
Cambios de época
Zacarías se entusiasmó con el gobierno nacional que asumió en diciembre del año pasado: “Afortunadamente con estos cambios en la política nacional, porque veníamos trayendo años muy duros en los años 17, 18 y 19 por la competencia ‘desleal’ de la importación, porque la industria china está fuertemente subsidiada por el gobierno chino y los gobiernos de oriente, teníamos problemas muy complicados, no nosotros, sino nuestros clientes, les resultaba más conveniente importar la prenda terminada que fabricarla acá. Hoy esto se revirtió totalmente y la industria nuestra a nivel nacional viene remontando muy fuertemente, a tal punto que hay un setenta por ciento del consumo a nivel país que es aportado por nuestra industria con la perspectiva de aumentar estos guarismos”.
Como hombre de los números que es, prosiguió argumentando con estadísticas: “A nivel nacional hay 450 mil puestos de trabajo, no es poco es decir que hay dos millones de personas que comen a diario con este tipo de industrias: si los gobiernos no apoyan le están sacando el sustento a mucha gente, genera puestos de trabajo directa e indirectamente de manera brutal. Entre el producto principal que es la prenda de vestir están los empleos subsidiarios que son los distintos insumos, la tela, la entretela, la bolsa de celofán, que es un nivel de empleo muy importante”.
Son alrededor de 100 socios y socias que la constituyen. “Como consecuencia de la pandemia tomamos drásticas medidas que se sostienen en lo que hace al distanciamiento de los puestos, el redireccionamiento de la línea de producción, todas las medidas precautorias al entrar, la pistolita para medir la temperatura, los pies en la lavandina, las manos, todo un protocolo riguroso que venimos respetando a rajatablas. En estos momentos están trabajando entre 65 y 70 personas”, comentó.
Con respecto de la exportación explicó: “Solo trabajamos el mercado interno más allá de que los últimos tres años integramos distintas misiones comerciales a Uruguay, Paraguay, junto con el gobierno de Entre Ríos, pero no podíamos tener éxitos, en ese momento una camisa salía 20 dólares y hoy cuesta 8 dólares, recién hoy estaríamos en mejores condiciones para exportar que en las misiones anteriores. Pero no podemos salir por la pandemia”, razonó Zacarías.
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