Hace poco fue el escandalete del diputado provincial Ruben Almará, ese que acosó a una adolescente por radio (¿hace falta recordar que sigue siendo diputado?). Ahora, otro legislador, éste concordiense, fue noticia porque denunció una extorsión por chat y cuando se conoció el contenido del chat, el extorsionador parecía ser él, ofreciendo ayuda a una mujer desesperada, pero a cambio de sexo grupal. ¿Será verdad que tenemos los representantes que se nos parecen?
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