El relato de Jorge López es estremecedor. Cuenta los hechos paso por paso, los atropellos policiales durante la forma que lo sacan de la casa de su hermano; el gas pimienta en la cara y en los ojos; los balazos de goma ;los permanentes golpes durante el traslado a la Jefatura Departamental, donde lo golpearon, desnudaron y humillaron lavándolo con una hidro lavadora, mientras afuera se hacían los desfiles por el 25 de Mayo; el traslado a la Comisaría Primera donde lo tiran en un calabazo cuando recién lo revisa un médico policial diciéndole insólitamente “que tenía heridas superficiales”; hasta que finalmente lo llevan al hospital.
Tanto Jorge como Oscar López estuvieron dialogando esta mañana en Radio Nueve con Hugo Barreto donde contaron el infierno que vivieron, sobre todo Jorge. A continuación un relato en primera persona que indigna. Acceda al audio haciendo clik aquí.
Empiezan contando que un policía le tira gas pimienta en la cara y se resguardan en la casa “empiezan a disparar contra nosotros, muchos disparos, sentía fuego y la cabeza que me sacudía, por la cabeza, por la espalda, me meto en la casa de él (de Oscar), sin ver, chocándome todo, teléfono en mano, grabando el audio en la corrida y siento que les dice `no pueden entrar´ y más disparos” relata Jorge.
(Oscar)-Yo no los quería dejar entrar, no tienen porque hacerlo, si no me muestran la orden no entran, me decía “¡que no vamos a entrar, tirate al suelo!”, y él (Jorge) estaba adentro.
(Jorge) -Yo intuía que iban a venir por mi teléfono, me pasaba la mano por la vista, veía dos segundos porque me ardía por el ardor tremendo, sentía las sirenas y los tiros, lloraba su mujer, los llantos de los chicos.
(Oscar)- En el interin que estaba en el suelo, me esposaron y me llevaron detenido al patrullero, sin ninguna explicación.
(Jorge) -Sentía que discutían con la policía, había una mesada porque más o menos conozco su casa, y sentía que me querían sacar el teléfono, “¿dónde los puedo esconder?” pensaba, estaba con una crisis de nervios, era la prueba. Sentía ruidos a botas, me voy para el fondo donde él tiene una parrilla para hacer asados y lo tiro en la esquina de esa parrilla donde hay unas cajas y no se que más. Se me aparecen algunos con pistolas y armas, tanto por adentro como por afuera, por el patio y me empiezan a golpear, se escucha en al audio. Dejaron un charco de sangre. Mientras me pegaban me decían “hijo de puta” (empieza a quebrarse) no podía por mi columna, por el gas que tenía en mis ojos, todo ensangrentado, me ahogaba en la sangre, me llevaron y cargaron atrás de la camioneta, pisándome la cabeza, hasta la Jefatura, me pisaban el cuello, me faltaba el aire, me decían “¿dónde está el teléfono?” (llora)… pensé que cuando llegamos se iba a terminar todo, me entraron por la parte de atrás, decían “ojo con pegar porque hay cámaras acá”, me metieron por Alberdi, hay un patio y empieza un pasillo, ahí empezó lo peor, ahí me dieron mal, me daban, me pegaban, él (por Oscar) estaba ahí viendo todo, sentado a dos metros”.
(Oscar)- Vi todo, está declarado en la Fiscalía.
(Barreto) ¿Podés reconocer a cada uno de ellos?
(Oscar)- Si.
(Jorge) Me daban tanto. Llegó un momento que no sentí más dolor. Sentí que se me estallaba la cabeza, no tenía aire, y dije “me matan, porque no van a poder justificar semejante paliza, estoy roto, me van a tirar en una zanja”…, me pegaban, me levantaban, y yo contra una pared clarita, cuando soplo con la nariz y con la boca y sale tanta sangre, dejo un charco impresionante, me asusto, pienso que estoy reventado por dentro, empezaba a desvanecerme y los golpes me despertaban, la pared estaba sucia. Cuando me empezaba a dormir pasaba y me pegaban en las costillas, en la cabeza, me saltaban en el pecho, pensaba que no salía de esta, me arrastraron a un patio, nos pusieron a los tres, estaban todos formados, se iban a ir al desfile, sonaba el himno nacional, yo estaba todo roto, decían “ese es el hijo de puta, el de verde”, tenía un buzo verde que ya no era verde, era rojo, me decían rata, basura, sorete, con tantos golpes que me hice de cuerpo, en la ropa, -“vamos a agarrarlo con la hidro”, y yo -“por favor señor, no puedo moverme, por favor no me mojen, -“¡levantate croto!” y me levantaron a patadas, (llora desconsolado).
(Oscar) - El Fiscal no podía creer, de la Policía que tenemos, que deberían cuidarnos, y no reventarnos como lo hicieron con él y quien sabe a cuantos más. Esto no puedo quedar así. Estoy en condiciones de reconocer a varios de los policías.
(Jorge) -Me consideraba fuerte pero estoy aterrorizado.
(Barreto) -¿Esos policías estaban por ir al desfile?
(Jorge) - Los que golpeaban no, pero había gente formando, vestida, con bandera de ceremonias que se iban y pasaban e insultaban. Cuando se fueron me llevaron con la hidro a bañarme, no me podía parar, me levantaban, me dejaban caer de boca porque estaba esposado atrás. Prendieron la hidro, me bajaron el pantalón hasta la rodilla, me echaban agua, temblaba, con mucho dolor, - “quedate quieto hijo de puta”, trompadas, sopapos, y yo me caía, me levantaban (llora), no se cuanto tiempo pasó, me dejaron para que me escurra, con una bolsa de nylon roja (llora), lloraba de angustia, de dolor, pensaba en mi familia, en mi mujer, en mi hija, mi viejo (llora)…decía cómo voy a morir así, no puedo…me llevaron en el suelo de una Traficc hasta la comisaría primera, me metieron en un calabozo cerrado, esposado, mojado hasta las 9 de la noche –dijeron que llegué a las 11- yo no aguantaba más, me desvanecía, no podía respirar, no siento mi cuerpo, siento que estoy muriendo, vino un médico policía y me dijo que tenía heridas superficiales nomás, oriné sangre, se asustó (llorando), se agarró la cabeza, fue a habla con alguien, no había ambulancia, me querían llevar en el patrullero en la parte de atrás, no podía caminar, me arrastraron a la camioneta, sentía mucho frio, buscaron un cartón, lo tiraron atrás de una camioneta y me llevaron al hospital (llora desconsoladamente). El médico que me vio lo primero que me dijo `hermano, hacé la denuncia, tenés heridas muy graves´. No puedo dormir de noche, siento tiros, que me insultan. Soy un trabajador, quiero limpiar mi imagen, no soy bochinchero ni nada, los que me conocen saben lo soy, pero el que no ¿qué va a pensar?, que me vean esposado, internado con un policía al lado, me arruinaron.
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. |